viernes, 29 de noviembre de 2013

Misión-Propósito de Vida


¿Cuál es mi Misión en la Vida?

¡Que diferente pudo haber sido mi vida, si hubiera tenido bien definido mi propósito en ella y hubiera hecho todo lo posible por hacerlo realidad, sin importar las opiniones de otros!


...Se que me estoy muriendo, lo siento en lo más profundo de mi consciencia, la debilidad invade mi cuerpo, las fuerzas me han abandonado, tengo una sensación de pesadez, siento que me hundo en un abismo de obscuridad; no puedo abrir los ojos ni emitir sonido alguno, mi mente empieza a dar vueltas, siento que caigo en un pozo sin fondo, me rodea la obscuridad total, tengo la sensación de escuchar un zumbido que se va desvaneciendo poco a poco... de repente todo se detiene; ya no siento nada; no hay frio ni calor, ninguna sensación, siento como si flotara en el aire; mi consciencia aún funciona pero solo será por algunos segundos; sentí el momento exacto cuando se detuvo  mi corazón, cuando dejé de respirar, ahora, comienzo a perder la consciencia; de repente empiezo a notar a lo lejos un punto de luz que se va haciendo cada vez más grande y me siento arrastrado hacia ella, es como si estuviera pasando a través de un túnel; tengo mucho miedo, trato de razonar y pienso que tal vez me he quedado dormido y sea solo un sueño del cual voy a despertar muy pronto; me viene el recuerdo de mi familia y amigos y trato de regresar, hago todo lo posible, pero no puedo; intento gritar pero tampoco puedo emitir sonido alguno; sigo avanzando, no sé cuánto tiempo dura este recorrido pero al final llego a un espacio lleno de luz.


Empiezo a sentir una sensación de bienestar, me estoy acostumbrando a la luz y a esta impresión de flotar, cuando de repente; no sé si escuchar sea la palabra correcta para definirlo porque no hay sonido alguno; más bien siento una voz, o tal vez sea un pensamiento, no lo puedo definir, es algo o alguien que me cuestiona, pero no como un reclamo, sino de una manera diferente, es más bien como una bienvenida; -¿estás listo?

¿Listo; para qué?, respondo, -Para evaluar si cumpliste con la misión que se te encomendó y estás preparado para habitar esta dimensión, o debes regresar nuevamente a tu dimensión anterior hasta cumplir con ella.

¿Misión, cuál misión, de que me habla?; y además, ¡no!; no creo estar listo, quiero regresar con mi familia y amigos tan pronto como sea posible, ¿Cómo hago para salir de aquí?;¿con quién tengo que hablar?

-No es necesario hablar con nadie, desafortunadamente ya no es posible que regreses a tu cuerpo, la avanzada edad y las condiciones en que se encuentra ya no lo permiten; llegaste al término de tu vida física y ahora debemos asegurarnos que cumpliste tu misión.
¿Otra vez, de cuál misión me habla; no entiendo nada...; y qué pasa si no lo hice?

-La misión que se te encomendó al momento de nacer, si no cumpliste con ella, tendrías que volver nuevamente, después de pasar por un periodo de purificación.

¿Misión..., purificación...; está usted loco, no entiendo nada de lo que habla; que es todo esto?

-Esta misión de la que hablamos es la misma misión que tiene todo ser humano en el universo; en el momento en que fuiste concebido por tus padres, recibes las mejores características genéticas de incontables generaciones tu especie, estás preparado para lograr lo que te propongas; también se te equipó con una serie de talentos o habilidades; tu Misión era desarrollarlas, compartirlas y utilizarlas para crear, en la dimensión física, un mundo mejor para todos los que lo habitan, para crear el Reino de los Cielos; este reino no es un reino espiritual; se refiere a una forma de vida; a una situación especial en la que el cuerpo, la mente y las emociones se alinean de una manera tan perfecta que la energía vital fluye sin limitación alguna; acercando más la dimensión física a la espiritual; si no cumpliste con ella tendrás que regresar e intentarlo nuevamente, después de pasar por un periodo de purificación. Vamos a iniciar.

Todavía no acababa de comprender lo que me acababa de explicar cuando pude ver como empezaron a aparecer imágenes de mi vida, como los hologramas que aparecen en las películas de ciencia ficción.

Estas imágenes son de la época en que estabas muy interesado en temas esotéricos y en las civilizaciones de otros planetas; esto es algo común en muchos seres humanos; la búsqueda de alguien superior a ellos; pero solo medita en cuanto tiempo invertido en adquirir conocimientos sin valor práctico alguno, cuantas reflexiones y teorías sobre la visita de civilizaciones de otros mundos, o sobre conocimientos ancestrales y técnicas perdidas; cuando tienen tantos problemas que resolver en el mundo y en la época actual en la que viven; además en caso de que fuera cierto, de que les serviría saberlo.

Si, recuerdo la gran cantidad de tiempo que le dediqué a estos temas; creo que en ese momento no lo vi del modo en que lo plantean.

Las siguientes imágenes son del tiempo en que te uniste a un grupo para despertar y elevar la consciencia espiritual, realizar procesos de sanación del alma, comunicación con los ángeles y cosas de ese tipo. Hay mucha gente con la necesidad de sentirse especial, de sentirse elegido para integrarse con un ser superior a ellos y no se dan cuenta que en su búsqueda solo consiguen aislarse de la mayoría de la gente con este tipo de agrupaciones, y además, como pretenden trabajar en el desarrollo espiritual cuando la dimensión en que viven es principalmente de tipo físico-mental; la mayoría de las veces ni siquiera han logrado desarrollar la fuerza de voluntad, la disciplina y el carácter necesarios para fortalecer su cuerpo y su mente; entonces, ¿cómo pretenden entender la dimensión espiritual?.

¿Entonces está mal dedicar tiempo a entender temas espirituales?

No, no está mal, pero no al punto de descuidar la dimensión en la que habitan; si la dimensión que habitan es la físico-mental, deben procurar el desarrollo de lo que tienen, de lo que se puede observar, sentir y medir; trabajar en el desarrollo de su cuerpo, de su mente y de sus emociones; trabajar por el bien común, esto les dará las bases y los conocimientos necesarios para intentar un desarrollo más elevado; no deben buscar unirse a un ser superior, deben trabajar para convertirse en un ser superior.

¿No es un poco arrogante ese concepto?

No, si lo analizas bien, el objetivo de todo ser vivo es crear vida, una vida superior, más evolucionada; en el momento de tu nacimiento, genéticamente hablando, representas lo mejor de tu especie, debes liberar e incrementar el potencial con el que naciste; no debes permitir que estas capacidades se duerman en tu interior, deben utilizarlas para tu beneficio y el de los demás; debes construir un mundo mejor para todos.

Las imágenes que siguen son del tiempo en que colaboraste con un grupo religioso. En su mundo tienen una gran cantidad de grupos de este tipo, y cada uno proclama que sus ideas son las únicas y verdaderas; esto solo refleja la gran soledad que sienten, no han aprendido a estar con ustedes mismos y volvemos a la necesidad de creer en alguien superior y unirse a él; pero en la mayoría de las religiones se tiene una gran intolerancia, cada una trata de tener la razón sobre las otras, y predican sus ideas como las únicas verdaderas, y en su afán por conseguir más seguidores y “salvar su espíritu” se olvidan de las necesidades básicas de todos los demás. Quieren construir un reino espiritual en una dimensión físico-mental. Solo como ejemplo, considera a las principales religiones actuales, tienen la posibilidad de crear Universidades virtuales y beneficiar con el acceso a la cultura y la educación a una gran cantidad de gente. También pueden crear empresas de tipo social que logren eliminar los problemas alimenticios de la población y lograr una distribución más justa de la riqueza, pero no lo hacen porque esto si representaría un verdadero esfuerzo y trabajo para ellos.

Bueno en este caso si logré entender que tanto las religiones como los grupos políticos solo buscan su beneficio personal y traté de apartarme de ellos y no dedicarles tiempo alguno.

Las siguientes imágenes representan la mayor parte de tu vida, del periodo donde te dedicaste a buscar los bienes materiales y el placer, cuando más te separaste de la búsqueda de tu Misión; cuando te aislaste más en ti mismo y en tus necesidades personales.

Bueno pero en este periodo también desarrolle una gran cantidad de habilidades y conocimientos y todo lo hice por el bienestar de mi familia; además no es que no quisiera ayudar y enseñar a otros pero nunca me gustó obligarlos a hacer cosas con las que no estuvieran de acuerdo.

Eso es cierto solo en parte, porque también es el periodo donde te alejaste más de tu familia con el pretexto de buscar su bienestar, ¿cómo puedes decirles que son lo más importante para ti, y pasar más tiempo en el trabajo que con ellos, o explotar y regañarlos ante cualquier problema que tienen?; además, ¿de que te sirve desarrollar una gran cantidad de habilidades y conocimientos si vives alejado del mundo, encerrado en ti mismo, si te pasas el tiempo pegado a los videojuegos o la televisión, sin interactuar con alguien más, sin preocuparse por compartir tus conocimientos?. Siempre evitaste tomar la responsabilidad de enseñar a otros con el pretexto de que la gente no necesita líderes que los guíen, de que sería ofensivo tratar de influir sobre el comportamiento de los demás; un atentado contra su libertad, decías; nunca consideraste que muchos de ellos están tan ocupados en satisfacer sus necesidades básicas que se olvidan de su Misión, y que necesitan quien los ayude; realmente es una lástima, tanto potencial desperdiciado; tantas habilidades sin utilizar para el beneficio común. La búsqueda de bienes materiales no es tu propósito de vida, pues siempre vas a desear tener más, sin importar lo que tengas que hacer, sin importar que los demás no tengan nada. Además, el éxito material es lo más sencillo de lograr, con haber aprendido a establecer metas y objetivos y un poco de fuerza de voluntad y disciplina en su seguimiento, pudiste haber logrado todo lo que te propusieras.

Buenos, durante este periodo siempre tuve la sensación de que algo no marchaba bien, por lo general, siempre estaba de malas, no me animaba en nada tener que ir a trabajar, el tráfico de la ciudad; la rutina diaria de levantarse, asearse, alimentarse, ir a trabajar, o a la escuela, regresar, tratar de distraerte con algo y finalmente dormir para iniciar todo al siguiente día, siempre pensé que no tenía sentido, que no era la razón por la que había nacido; que debía existir algo más importante, pero, en fin...; ¿Bueno, y que sigue ahora, que va a pasar conmigo?

Tendrás que regresar, pero primero debes pasar por un proceso de purificación, en el que todos tus recuerdos y emociones son borrados, vuelves a quedar limpio de cualquier aspecto que pudiera influir en tu nueva vida. Después de este periodo, vuelves a nacer en la dimensión física y esperamos que cumplas con tu Misión.

¿Este ciclo se repite siempre, no termina nunca?

Antes de nacer en una dimensión espiritual, tienes que evolucionar en un mundo físico-mental, solo te puedo decir que el ciclo no es infinito...

¿Con nuestros pensamientos, palabras y actos, estamos logrando crear un mundo mejor para todos los que vivimos en el?


¡Libera tu potencial, trabaja en tu mente!


Publicación sobre la reencarnación:
http://rbb-desarrollo.blogspot.com/2013/11/reencarnacion-o-vida-eterna.html

La siguiente liga contiene información sobre Liderazgo y Misión de Vida:
http://rbb-desarrollo.blogspot.com/2013/11/habitos-para-un-liderazgo-efectivo-ii.html




Hábitos para un Liderazgo Efectivo-II Misión de Vida


Hábitos para un Liderazgo Efectivo-II Misión de Vida

No actúes como si te quedaran cien años de vida
Marco Aurelio
Cuando en las empresas  un líder se ocupa constantemente de las actividades de operación diarias, termina por convertirse en administrador; y las funciones del líder y del administrador son totalmente diferentes, el líder guía, señala el camino, analiza los cambios del ambiente, detecta oportunidades, define la cultura, ayuda a establecer la misión y valores; y un administrador trabaja para mantener lo que ya fue establecido, crea procedimientos, programas de mejora, formatos de control, guías, manuales, etc.

En la vida personal sucede algo similar, si nos enfocamos solo en las actividades necesarias para cubrir nuestras necesidades básicas como alimentación, casa, vestido; y nos olvidamos de establecer lo verdaderamente importante; nuestra misión en la vida, nuestros valores y nuestras metas y objetivos, corremos el riesgo de ser arrastrados por el día a día, y estar tan ocupados en seguir a la mayoría, en lograr lo que por lo general se considera el éxito, cosas como una mejor posición en el trabajo, más dinero, conocimientos, y títulos; que no nos damos cuenta de que no son más que objetivos vacíos, y que en ocasiones los alcanzamos sacrificando aquello que realmente es importante; podemos llegar a una edad avanzada y arrepentirnos, no por lo que hicimos mal, sino por haber dedicado tanto tiempo al trabajo, por no haber expresado nuestros sentimientos, por lo que dejamos de hacer para vivir nuestra vida, para lograr nuestra misión. Por eso es muy importante definir nuestro propósito de vida; para saber hacia dónde dirigirnos.

¿Estamos haciendo todo lo posible para cumplir con nuestra misión de vida; y lo más importante, tenemos bien claro cuál es nuestro propósito de vida?

En el ambiente que sea, un líder debe tener bien claro cuál es su misión; y no estamos hablando solo de la misión de la empresa, sino de su misión personal, de su propósito de vida, de lo que lo hace feliz. Nuestra misión de vida es realmente lo más importante para nosotros, tan importante que no nos importan ni el tiempo ni los recursos que debamos invertir para hacerla realidad; una vez definida, siempre nos señala el camino a seguir.

Cuando analizamos nuestra vida, no es complicado darnos cuenta que estamos haciendo mucho menos de lo que podemos, mucho menos de lo que planeábamos lograr a esta edad, y muy probablemente, mucho menos de lo que esperábamos en la vida. Cuando llevamos una vida más o menos cómoda y además logramos un poco de admiración, respeto y tal vez algo de autoridad, entonces pensamos que no nos va tan mal y nos sentimos satisfechos y conformes con lo que hemos logrado, pero ¿esto es todo, no hay nada más?

Sin entrar en el terreno de la competencia, ¿Qué hay de nuestro deseo de ser un mejor hijo, un mejor esposo, un mejor padre, un mejor amigo o un mejor compañero de trabajo?

¿Qué sucedió con la verdadera vida que deseábamos tener; en que estuvimos tan ocupados que sin darnos cuenta abandonamos nuestros sueños y a pesar de tanto trabajo solo alcanzamos a obtener el pan de cada día?

¿Qué pasó con nuestra idea de contribuir a lograr un mundo mejor, de liberar todo el potencial que había en nosotros, de desarrollar al máximo nuestras capacidades y desempeñarnos de la mejor manera posible en las actividades diarias de la vida?

¿Qué es lo realmente importante para nosotros, porqué estamos haciendo lo que hacemos?

Tener bien claro nuestro propósito en la vida y nuestros valores nos permite alinear nuestras actividades en la familia con otras actividades que desempeñamos, de modo que nuestra conducta y actitudes sean congruentes con nuestros valores más importantes. De nada nos serviría lograr el éxito profesional si en el ambiente familiar tenemos un completo desorden.

Tenemos una serie de condicionamientos mentales que hacen que nuestra misión no sea muy clara de definir, pero cada uno de nosotros tiene la posibilidad de reescribir estos condicionamientos y adaptarlos para alcanzar la misión que hemos elegido.

Nuestro propósito de vida se convierte en la guía para tomar las decisiones más importantes de nuestra vida, sin dejarnos influir por las emociones que surgen en la interacción diaria, además, evitaríamos muchas de las enfermedades mentales o emocionales que son el resultado de una vida vacía, sin significado, sin razón de ser, sin propósito de vida.

Para ayudarnos a lograr nuestra misión, la naturaleza nos proporcionó a cada uno de nosotros un guía interno, un sistema automático que nos lleva a lograr lo que establecemos como importante; pero con tantas preocupaciones y actividades que tenemos, es difícil detenernos un momento y meditar sobre cuál es nuestra misión en la vida, cual es el propósito que orientará a nuestro guía interno a lograr lo que es verdaderamente importante. Pero en lo más profundo de nosotros tenemos un gran aprecio por nuestra familia, valoramos a nuestros hijos, los amamos, queremos ayudarlos, que no les falte nada. Pero no siempre se tienen claramente estos valores a la vista, estamos atrapados en un mar de actividades relacionadas con el trabajo, con la escuela y la forma en que interactuamos con nuestra familia tiene muy poco que ver con los sentimientos que tenemos hacia cada uno de ellos.

Si se nos complica definir cuál debería ser nuestra misión en la vida, podemos utilizar un recurso del que ya hemos tratado anteriormente, podemos hacer una visualización. Primero vamos a buscar un lugar tranquilo donde podamos estar por lo menos 30 minutos sin ser interrumpidos; podemos utilizar música clásica en un tono muy bajo; ahora, imaginemos que en una fecha muy lejana, estamos asistiendo a nuestro funeral; podemos ver que están reunidos nuestra familia,  amigos y algunos compañeros de trabajo para despedirse de nosotros; durante la ceremonia hablarán varias personas, nuestros hijos, nuestra esposa, algunos de nuestros amigos y tal vez algún compañero del trabajo; imaginemos lo que cada uno de ellos va a decir de nosotros, como nos conocieron, como nos consideraban, como fue nuestra relación; ¿Qué es lo que diría cada uno de ellos; como se expresarían de nosotros?

¿Nos gusta lo que visualizamos, nos sentiríamos satisfechos, que cambiaríamos?; vamos a intentarlo, aún tenemos la oportunidad de hacerlo mejor.

Todos tenemos la oportunidad de ser líderes en alguna actividad de nuestra vida, vamos a poner todo nuestro esfuerzo y empeño en desarrollar y utilizar nuestras habilidades para construir un mundo mejor en beneficio de todos; si eres estudiante trata no solo de ser mejor, sino de ayudar a tantos compañeros como puedas; si eres político, trabaja en beneficio de la gente y no del tuyo; si eres directivo en alguna empresa, defiende los derechos de la mayoría, no solo los de los accionistas, si eres policía, realmente cuida el orden y protege a las personas; si tienes una empresa, reparte las utilidades en 4 partes iguales, una para los dueños, una para el negocio, una para los clientes y una para los empleados; de esta forma lograremos un mundo más justo.

Que diferente sería nuestra vida si tuviéramos bien definida nuestra misión y con ella en la mente nos desempeñáramos en nuestras actividades diarias para hacerla realidad.


La siguiente liga contiene un relato sobre la Misión de Vida:
http://rbb-desarrollo.blogspot.com/2013/11/mision-reencarnacion.html

Reencarnación o Vida Eterna


¿Reencarnación o Vida Eterna?
¿Creemos en la reencarnación y en la vida eterna, porqué creemos en ella, se debe solo a la fe o es una necesidad sicológica, tiene bases reales, y sobre todo, como afecta nuestra conducta este tipo de creencias?

El tema de la reencarnación y la vida eterna es algo que está presente en la vida de muchos de nosotros y tiene una gran influencia sobre nuestra conducta.

La creencia en la reencarnación ha estado presente en la humanidad desde las culturas más antiguas, sobre todo en las religiones orientales, como el Hinduismo, Budismo y Taoísmo, y también en las de las tribus de Africa, de América y Oceanía. La reencarnación afirma que la esencia de las personas, conocida como alma, espíritu, conciencia o energía, después de morir nace en un nuevo cuerpo; inclusive algunos afirman que este ciclo se repite de manera constante con la finalidad de cumplir una misión; lograr el aprendizaje y desarrollo necesarios, que nos permitirá alcanzar la liberación y la unión con una entidad de consciencia más alta; con Dios. La creencia de que una persona fallecida volverá a vivir con otro cuerpo ha sobrevivido incluso dentro de las religiones judeocristianas (cristianismo, judaísmo e islam). Todas las religiones originadas en el hinduismo afirman que la reencarnación ocurre en un ciclo sin fin, llamado la rueda del karma, mientras nuestras buenas acciones no sean suficientes para terminar con él.

En la mitología de la religión brahmánica, al momento de la muerte, el alma abandona el cuerpo, y es arrastrada por los mensajeros del dios encargado de juzgar el karma de las almas, para ser juzgada. Dependiendo de las acciones que realizamos, buenas o malas, el alma reencarna en un ser superior, intermedio o inferior. En el que la vida humana es un estado intermedio. Este proceso sin fin recibe el nombre de samsara (vagar). Las religiones orientales se refieren a este vagar como una vida sin propósito ni sentido en la que donde nos enfocamos en el entretenimiento, codicia, acumulación de bienes.

Cada alma viaja por esta rueda y la dirección la marcan nuestros actos. Según el hinduismo popular moderno, el estado en el que renace el alma está determinado por sus buenas o malas acciones (karma) realizadas en anteriores encarnaciones.

La liberación de la reencarnación se consigue después de haber expiado el peso de su karma, es decir, todas las consecuencias procedentes tanto de sus buenos como de sus malos actos. Este proceso es continuo hasta que el alma está completamente evolucionada y se identifica o alcanza al creador del mundo, en donde es salvado de la desgracia de la necesidad de más renacimientos.

Luego de su última muerte sale del universo material y se funde en la Luz Divina

La tradición tibetana indica que ha de pasarse por el bardo, que significa literalmente ‘estado intermedio’ o ‘estado de transición’, inmediatamente después de la muerte.

El budismo plantea como la rueda de los nacimientos se terminará cuando todos los seres vivos hayan logrado la iluminación.

El cristianismo rechaza la reencarnación por considerarla una doctrina contraria a la resurrección de la Biblia. La doctrina de la reencarnación fue abolida por el emperador Justiniano, pero la abolición no fue firmada por el Papa, a quién Justiniano encarceló por negarse a firmarla. Solamente la firmaron los obispos del concilio que convocó Justiniano para la abolición, pues originalmente eran los emperadores quienes convocaban los concilios en vez de los Papas.

Algunas denominaciones cristianas, han promovido la creencia en la reencarnación principalmente iglesias de la Nueva era. Estos grupos normalmente aseguran que tales doctrinas se pueden encontrar en la Biblia o en la tradición cristiana primitiva.

Diversos grupos cristianos en los primeros tiempos, como los gnósticos, asumieron la creencia en la reencarnación, ya que esta concepción estaba muy extendida en el mundo clásico y antiguo. Algunos de los Padres anteriores al Concilio de Nicea para combatir esta filosofía trataron este tema en sus escritos, rechazándola y tratando de mostrar sus contradicciones a un pueblo que en aquellos días, probablemente, no tenía problema en asumir dicha creencia, dentro del marco del cristianismo primitivo, al estar éste influido por muchas tradiciones anteriores.

Durante el siglo pasado, el psiquiatra Ian Stevenson, ha investigado numerosos informes de niños que afirmaban recordar una vida pasada. Llevó a cabo más de 2.500 estudios de caso, en un período de 40 años. Stevenson documentaba metódicamente las declaraciones de cada niño, y posteriormente encontraba la identidad de la persona fallecida con la que el niño se había identificado, y verificaba los hechos de la vida de la persona fallecida que coincidían con los recuerdos del niño. Sin embargo, una gran mayoría de casos de reencarnación notificados por Stevenson se originaron en sociedades orientales, donde las religiones dominantes a menudo permiten el concepto de reencarnación.

Algunos escépticos sugieren que las afirmaciones de evidencia de la reencarnación se originan en el pensamiento selectivo y en los falsos recuerdos, que resultan de un sistema de creencias propio y de miedos básicos, y por lo tanto no se pueden tener en cuenta como evidencia.

Una objeción sobre la reencarnación incluye el hecho de que la gran mayoría de la gente no recuerda vidas anteriores, y que no hay ningún mecanismo conocido por la ciencia moderna que permita a la personalidad sobrevivir a la muerte y viajar a otro cuerpo.

Otra de las objeciones a la reencarnación, es que sería inconsistente con el crecimiento de la población.

Existen en Internet numerosas comparaciones entre personajes famosos actuales con fotos de personas que murieron hace muchísimos años y que son tan parecidas que lo muestran y utilizan para respaldar la idea de la reencarnación.

No deberíamos dejar que este tipo de ideas nos influyan de tal manera que nos apartemos de nuestra verdadera Misión en la vida; el creer en una vida eterna o en una posible siguiente oportunidad a través de la reencarnación, nos puede desviar de lo realmente importante; liberar e incrementar el potencial con el que nacimos; no debemos permitir que estas capacidades se duerman en nuestro interior, debemos utilizarlas para nuestro beneficio y el de los demás; debemos construir un mundo mejor para todos aquí y ahora.

El tema de la reencarnación y de la vida eterna es algo complejo, pero de lo que estoy seguro es que encontraremos la respuesta algún día; hay demasiadas cosas en este mundo que no conocemos y que no por ello dejan de ser reales; en mi caso siempre he pensado que la personalidad del ser se pierde en el momento de la muerte; que no hay una consciencia que pueda sobrevivir; que los elementos de la identidad se desintegran; y si hay algo parecido a la vida eterna es a través de la herencia, una persona hereda sus características físicas a sus descendientes directos; y tiene la oportunidad de heredar también parte de sus ideas a través de la educación y formación de sus hijos; y sin embargo aún queda la esperanza de que sea cierto.

Mi padre y mi madre viven en mí, como yo mismo vivo en cada uno de mis hijos.


La siguiente liga contiene un relato sobre la reencarnación:
http://rbb-desarrollo.blogspot.com/2013/11/mision-reencarnacion.html

jueves, 28 de noviembre de 2013

Sal de la Tierra

 Ustedes son la Sal de la Tierra


No recuerdo bien desde cuando desarrollé el gusto por la lectura, pero hace ya bastantes años, creo que desde la escuela primaria, pues cada año esperaba a que entregaran los libros de texto gratuitos para leer de inmediato el de historia, el de geografía, biología; y el de español solo cuando tenía algunas narraciones interesantes, los demás los leía conforme avanzaba el año escolar; desde entonces me he encontrado con una gran cantidad de libros que han influido en mi manera de pensar, de ver las cosas y en mi comportamiento; uno de los que siempre he considerado de los más importantes es la biblia, no solo por ser el libro base de la religión cristiana, sino por los temas históricos y filosóficos que contiene; y por la gran sabiduría que encierran algunos de sus textos; a continuación les comparto uno de mis párrafos favoritos:
“Ustedes son la sal de la tierra, y si la sal se vuelve desabrida, ¿con qué se le puede devolver el sabor?, ya no sirve para nada sino para echarla a la basura”
Evangelio de San Mateo

Luz del Mundo

Luz del Mundo

“Ustedes son luz para el mundo; no se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino para ponerla en un candelero, para que ilumine a todos…”
Evangelio de San Mateo

Haciendo a un lado el aspecto religioso, este es un gran tema para reflexionar, ¿Cuál es el significado de estas palabras; qué significa ser luz para el mundo; cómo podemos iluminar a los demás, porque nos dice que la luz no se debe esconder debajo de un cajón?; el significado para cada uno de nosotros dependerá de nuestras experiencias, de nuestros conocimientos, y de la forma como interpretamos lo que sucede en nuestra vida, me gustaría compartir con ustedes algo de lo que estas palabras significan para mí:

viernes, 22 de noviembre de 2013

El Poder y la Magia de la Oración


Dos personas se encuentran dialogando y una de ellas toca el tema sobre los efectos que las oraciones parecen tener sobre la realización de determinados eventos en la vida de las personas, quiere comprender un poco más si esto se debe solo a la fe de las personas o si existe alguna base real.

R- ¿Crees que a través de la oración puedes se puede lograr lo que se desea; qué crees que sea lo que la hacer funcionar, la parte emocional que se manifiesta a través de la fe que se tiene al hacer la oración, a la influencia de la mente de quien la hace, o es que las palabras tienen algún poder en sí mismas?

M- No lo sé, es algo en lo que no me he puesto a reflexionar, solo conozco del tema por lo que escuchaba en la iglesia cuando mi familia asistía los domingos y me obligaban a acompañarlos, no había forma de escaparme, se me hacía eterno el tiempo que pasábamos ahí, teniendo que escuchar las palabras del sacerdote sobre cosas que no entendía; y sobre la oración sé que es la forma en que las personas nos comunicamos con Dios para pedirle algún favor.

R- Bueno, pues déjame comentarte que durante el siglo pasado se realizaron algunas investigaciones muy serias sobre la influencia de la oración; en algunos hospitales se crearon grupos de sanación, donde se pedía por la salud de enfermos y los resultados obtenidos parecen confirmar su efectividad pues las personas por las que se oraba, sanaban más rápido que aquellos por los que no se hacía; teniendo en cuenta que tenían la misma enfermedad y recibían el mismo tratamiento médico; también en algunas universidades de Estados Unidos le han dedicado tiempo y dinero a investigar la influencia de la oración sobre el crecimiento de los organismos vivos, especialmente sobre las plantas; también hay algunos otros experimentos donde, en algunos recipientes con de agua, se colocan palabras escritas y cuando se congela el agua, la forma de los cristales de hielo que se crean, dependerán de las palabras, oraciones, sonidos o pensamientos que se aplican al recipiente con agua.

M- No sé, se me hace algo como de magia o brujería.

R- Bueno, tal vez tienes algo de razón, pues la práctica de la oración nace con el hombre mismo, de nuestra necesidad de comunicarnos con alguien superior a nosotros, con nuestro creador; y tiene los mismos orígenes que lo que actualmente conocemos como magia, de hecho las creencias religiosas que se practicaba por las primeras civilizaciones frecuentemente se transforman y dan origen a muchas de las creencias de las religiones actuales; magia y religión comparten frecuentemente las mismas fuentes, inclusive si investigamos las bases de las religiones modernas podemos darnos cuenta de que tienen sus orígenes en tradiciones y conocimientos mucho más antiguos; conocimientos a los que actualmente consideraríamos como magia; en las culturas antiguas a lo que actualmente llamamos oración se le conocía como encantamientos o invocaciones; incluso en la actualidad es mucha la gente que en algunos pueblos sigue creyendo que mediante estos encantamientos se puede influenciar a otras personas para que hagan lo que deseamos; o para conseguir riqueza o salud.

Por ejemplo, en la antigüedad, en el pueblo Asirio-Babilónico, tenían una gran cantidad de oraciones destinadas a comunicarse con sus dioses, además, como parte de su religión, practicaban la adivinación por medio de la lectura de las entrañas de animales sacrificados; ellos también fueron los creadores del zodiaco; actualmente ya no se sacrifican animales pero se sigue tratando de adivinar el futuro en los restos del café o del té; y el zodiaco, aunque deformado sigue vigente.

En el antiguo Egipto, las momias eran acompañadas por oraciones, o hechizos mágicos para ayudar al fallecido en su viaje al mundo de los muertos; existe un libro egipcio de los muertos con las oraciones que debía recitar el muerto al llegar ante sus dioses y tener que rendir cuentas. En algunas publicaciones se señala que el origen de las actuales cartas del tarot, que se utilizan en la adivinación, está en el antiguo Egipto, 22 figuras con nombres específicos, los cuales pronunciados de forma adecuada modifican la realidad de quien las pronuncia.

Recordemos también que la religión cristiana nace del Judaísmo, y este a su vez fue influenciado por las religiones Egipcia y Asirio-Babilónica, y tal vez de la India, pueblos que por su cultura y cercanía, ejercieron una gran influencia sobre el pueblo judío, además, en el caso de Egipto y Babilonia, que conquistaron al pueblo Judío, los llevaron como esclavos a sus ciudades donde asimilaron la mayoría de sus costumbres y tradiciones; el relato de Noé y el diluvio es un buen ejemplo. La biblia tiene una gran cantidad de referencias a las oraciones; el libro de los salmos es un texto completo de cantos a Dios; en algunos textos de puede encontrar el poder y las consecuencias que implicaba el bendecir o maldecir a alguien.

También en la India, desde hace siglos, existe en los Vedas, algo conocido como “Mantras”, palabras sagradas de poder, que son repeticiones de algunas frases, que pronunciadas de la manera adecuada, generan algún tipo de vibración especial para comunicarse con sus dioses y pedir favores; algo que se puede comparar a las oraciones de la religión cristiana; un ejemplo de esto es su silaba sagrada “Om”. Los Vedas consideran a los Mantras como sonidos elementales, mencionan que mediante ellos se puede logar casi todo lo que se desea, si se pronuncian de la manera adecuada, pero también hacen la advertencia de que los Mantras tántricos no deben recitarse si no se conocen las reglas de pronunciación, pues pueden acarrear consecuencias adversas para la salud y para la vida misma de quien los utiliza; se dice que algunas personas han fallecido repentinamente al practicarlos.

M- Vaya, creo que el tema es más interesante y misterioso de lo que imaginaba.

R- Si, incluso haciendo a un lado la parte religiosa, si consideramos las oraciones simplemente como sonidos, estos tienen efectos físicos que se pueden observar y medir, por ejemplo, si emites un sonido en una frecuencia muy alta, puedes romper una copa de cristal; si algún avión rompe la barrera del sonido cerca de una ciudad, puede romper los vidrios de las ventanas; si asistes a una fiesta y te encuentras cerca de las bocinas puedes sentir el efecto de los sonidos retumbar en tu cuerpo, el sonido de la música tiene efecto sobre las personas, si es música clásica te relaja y puede acelerar los procesos de aprendizaje, si es rítmica te motiva a bailar, a hacer ejercicio a moverte, si tienes un par de diapasones y golpeas uno de ellos, emitirá un sonido y empezará a vibrar, el otro, aún sin estar en contacto físico se sintonizará y vibrará de la misma forma; estos son solo algunos de los efectos físicos que podemos observar de los sonidos.

M- Tal vez tienes razón, todas estas son cosas que experimentamos en la vida diaria y nunca las relacionamos con algo como la oración; pero, aun así se me hace algo difícil de aceptar que los sonidos de las palabras generen algún efecto sobre lo que nos sucede.

R- Bueno, como parte final déjame decirte que en el Tíbet, al norte de la India, existe una práctica que se ha realizado durante siglos, algunos monjes se entrenan por años en la pronunciación de algunos sonidos para ayudar a las personas que están cerca de la muerte para que en el proceso no sufran demasiado, realizan lo que se conoce como transferencia de consciencia y mediante estas palabras específicas pronunciadas de la manera adecuada, logran que la energía vital del moribundo abandone el cuerpo sin sufrimiento alguno; se abre algo que llaman el orificio de Brahama y por ahí escapa la energía; además, como en el antiguo Egipto, tienen también una gran cantidad de oraciones que les ayudan a evitar los peligros en su viaje por el mundo de los muertos.

M- No, se me hace que ahora si me estás viendo la cara.

R- De ninguna manera, si tienes un poco más de tiempo, déjame contarte una historia sobre este tema, una historia que es completamente real. (Haz click en el enlace siguiente)

http://rbb-desarrollo.blogspot.com/2013/11/el-poder-y-la-magia-de-la-oracion-2.html

El Poder y la Magia de la Oración-2


Hace algunos años me gustaba leer todo lo que podía sobre temas esotéricos, en una ocasión llegó a mis manos un libro sobre tradiciones del Tíbet, en este libro se señalaba lo que te comentaba sobre el entrenamiento que por varios años recibían los monjes para realizar la transferencia de consciencia y ayudar a las personas a morir sin sufrimiento alguno. El libro señalaba las palabras necesarias y daba algunas indicaciones muy generales sobre la forma en que se debían pronunciar.

Con curiosidad, y muy poca prudencia, pronuncié las palabras que venían en el libro; lo que recuerdo aún después de que han pasado tantos años, es que empecé a sentir un hormigueo anormal en todo el cuerpo y sentí algo parecido a cuando te vas a desmayar; empiezas a ver borroso y sientes una gran debilidad física; de repente sentí miedo, mucho miedo, me levanté y corrí hasta un tanque de agua que teníamos en el patio de la casa, me mojé la cara y la cabeza con agua fría, el hormigueo desapareció, pero la debilidad física continuó, instintivamente supe que había hecho algo que no debía y le rogué a Dios para que no me sucediera nada malo; la sensación disminuyó poco a poco pero no desapareció. En la semana siguiente a ese día, baje como 10 kilos de peso, me pasaba todo el día adormilado en la cama, sin fuerzas ni siquiera para levantarme ni comer, recuerdo que comencé a pensar en que no había remedio, que me iba a morir, reflexioné en todas las cosas que nunca iba a tener oportunidad de realizar; ya no vería más a mi familia ni a mis amigos, no tendría oportunidad de conocer a quién sería mi esposa, y mucho menos a mis posibles hijos; nunca tendría la oportunidad de terminar de estudiar ni de seguir aprendiendo, todo se iba a terminar; por esas fechas nos visitó mi abuelita que vivía en Guanajuato y cuando me vio, empezó a llorar, le dijo a mi mamá que me iba a morir si no hacían algo; después supe que fueron a consultar a una curandera; quien les dijo que estaba asustado, que era algo grave y también les dijo como curarme; me aplicaron la curación que les recomendó la curandera y después de ese día empecé a recuperarme poco a poco; todavía durante varios meses en los que al acostarme y cerrar los ojos sentía que mi cuerpo empezaba a dar vueltas y caía en algo obscuro y profundo.

Después de algunos meses, busqué el libro que había sido el causante de todo para quemarlo y evitar que alguien lo leyera y pasara por la misma experiencia que yo, pero no lo pude encontrar por ningún lado; creo que mi mente se auto protegió borrando por completo de mi memoria el lugar donde lo había guardado.

Algunos años después, por pura casualidad, encontré el libro escondido entre otros objetos, con algo de temor lo abrí y comencé a leer nuevamente, pero para mi gran sorpresa, lo que decía el libro no concordaba con lo que recordaba haber leído; recuerdo que el libro que leí originalmente mencionaba la forma en que se entrenaban algunos monjes para controlar la temperatura corporal, de cómo practicaban cubriendo su cuerpo con sabanas mojadas y las secaban aumentando la temperatura de su cuerpo mediante la concentración mental; recuerdo también que realizaban algunos ejercicios para dominar algo conocido como levitación y algunas otras prácticas relacionadas con lo que llaman el cuerpo astral.

Hasta el día de hoy no comprendo exactamente que sucedió pues el libro que encontré no decía nada de esto que te menciono; ¿fue todo una confusión de mi mente, un mecanismo de autoprotección de mi cerebro para evitar algún daño; confundí recuerdos de lecturas de varios libros; o realmente, de alguna forma que no entiendo viví tales experiencias?; no lo sé, pero de algo si estoy completamente seguro.

Hay demasiadas cosas en este mundo que no conocemos y que no por ello dejan de ser reales; “determinados sonidos pronunciados de la manera adecuada tienen efecto sobre el mundo físico y las oraciones son un ejemplo de estos”

viernes, 15 de noviembre de 2013

El Reino de los Cielos


Un mundo mejor

“El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, si un hombre lo descubre, lo tapa y, feliz de haberlo encontrado, va, vende todo lo que tiene y compra ese campo”
Evangelio de San Mateo



Esta parábola del evangelio describe perfectamente cuál debería ser nuestro comportamiento cuando, en la vida, llegamos a encontrar algo tan valioso que deseamos obtener a cualquier precio, sin importar los esfuerzos o recursos que tengamos que invertir en ello, a lo largo de los años, muchas veces he reflexionado sobre el significado de estas palabras; la mayoría le damos un significado religioso por el origen de las mismas, pero además, todavía tenemos la ilusión y seguimos esperando que el Reino de los Cielos prometido por la religión llegue algún día; otros interpretamos que se trata solo de un reino de tipo espiritual, al que llegaremos, si nos portamos bien, después de nuestro paso por este mundo; pero en mi caso, yo siempre lo he comparado con las cosas más importantes en mi vida, aquello que vale la pena lograr; en cómo podría hacer para alcanzarlo, en lo que tendría que sacrificar para hacerlo, y también en cómo me sentiría al realizarlo; pero también me he dado cuenta que la importancia que le damos a las cosas va cambiando con el paso de los años y con la situación en la que nos encontramos; cuando somos solteros, las cosas más importantes son muy diferentes a cuando iniciamos una familia, o cuando tenemos ya tiempo de haberla formado, en el aspecto profesional, tal vez lo más importante es el deseo de lograr una mejor posición laboral y un mejor ingreso, pues se traducirá en mejores condiciones de vida para nosotros y nuestra familia, pero esto también puede llegar a cambiar con los años, si ya conseguimos lo anterior, tal vez ahora lo más importante no sea el ingreso ni la posición, tal vez ahora sea el reconocimiento de nuestras ideas, el verlas aplicadas en los procesos de trabajo de la empresa para la que colaboramos; o tal vez lo más importante sea la influencia que podemos tener sobre las personas con las que interactuamos diariamente, el ser reconocidos por los demás; o quizá ahora nos encontremos en un momento en que lo más importante sea lograr la seguridad económica al llegar a la edad del retiro laboral.

Entonces, tal vez el Reino de los Cielos debe ser algo mucho más importante que solo lograr los objetivos personales que nos proponemos a lo largo de la vida.

El Reino de los Cielos no es un lugar físico, representado por alguna iglesia en particular; tampoco es algo fuera de este mundo, ni algo que esté por llegar; como lo anuncian los profetas de algunas religiones; el reino de los cielos es un mundo casi perfecto, y la posibilidad de encontrarlo está dentro de cada uno de nosotros, es una forma de vida, una manera de ser; es un proceso constante de búsqueda del conocimiento, del aprendizaje y desarrollo de nuevas habilidades y de superación, tanto personal como de aquellos que nos rodean; es el trabajo realizado día a día para la creación de un mundo mejor del que hemos recibido, un mundo donde no existan la desigualdad, la injusticia ni la pobreza.

"Busquen primero el Reino y todo lo bueno que este supone, y todas esas cosas las recibirán por añadidura”
Evangelio de San Mateo


Cuando alguien logra encontrarse en la vida el equivalente al Reino de los Cielos se nota en sus ideas, en sus palabras y en su comportamiento, algunos llaman a este descubrimiento estado de santidad, otros estado de gracia, kundalini, tao, felicidad, etc., pero todas estas formas de nombrarlo se refieren a una situación muy especial en la que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones se alinean de una manera tan perfecta que la energía vital fluye a través nuestro sin limitación alguna y se manifiesta en cada aspecto de nuestra vida; y lo que es más importante, influye en las todas las personas que nos rodean. Cuerpo, mente y emociones, perfectamente alineados, como un caleidoscopio, que nos permite ver y transmitir la belleza del universo a todo lo que nos rodea.

Al realizar nuestra búsqueda personal y constante de este mundo perfecto, estamos cumpliendo con la responsabilidad que como seres humanos adquirimos en el momento de nuestro nacimiento, si, genéticamente hablando, representamos lo mejor de nuestra especie, debemos hacer todo lo posible para liberar e incrementar el potencial con el que nacimos; si somos la combinación de las mejores características de incontables generaciones de ancestros, no debemos permitir que estas capacidades se duerman en nuestro interior, debemos mejorarlas y utilizarlas sin miedo y sin restricciones para beneficio nuestro y de quienes nos rodean; ahí está la verdadera riqueza; ahí está realmente el Reino de los Cielos; en construir un mundo mejor para todos los que vivimos en el.

La posibilidad de construir un mundo mejor siempre ha estado entre nosotros; se va haciendo realidad para aquellos que creen en el, y que poco a poco, en su corazón y en su conciencia, a través de sus palabras y sus actos lo van construyendo día a día.

Los invito a poner todo nuestro esfuerzo y empeño en desarrollar y utilizar nuestras habilidades para construir un mundo mejor en beneficio de todos, con la misma alegría y dedicación como lo haríamos si hubiéramos encontrado realmente un tesoro; si eres estudiante trata no solo de ser el mejor, sino de influenciar positivamente y ayudar a tantos compañeros como puedas; si eres político, trabaja en beneficio de la gente y no busques solo tu beneficio personal; si eres directivo en alguna empresa, defiende también los intereses de tus empleados de tus clientes y proveedores, no solo los de los accionistas, si eres policía, realmente cuida el orden y protege a las personas sin abusar de tu autoridad; si tienes una empresa, reparte los beneficios en partes iguales, una para los dueños, una para el negocio, una para los clientes y una para los empleados; si tienes facilidad para adquirir conocimientos, compártelos con tantas personas como te sea posible; si tienes la capacidad para liderar a otros, trata de influir en ellos para impulsarlos a lograr cosas positivas; de esta forma lograremos un mundo más justo y estaremos haciendo realidad el Reino de los Cielos.

Vale la pena reflexionar un poco y preguntarnos si con nuestros pensamientos, palabras y actos, estamos logrando crear un mundo mejor para todos los que vivimos en el.



¡Despierta, libera tu potencial, trabaja en tu mente…!

jueves, 14 de noviembre de 2013

Hábitos para un Liderazgo Efectivo-I Iniciativa



¡Iniciativa!

Todos hemos escuchado, o leído numerosas historias de personas que pasaron una infancia difícil; que iniciaron su vida profesional ganando un salario de miseria y sin embargo con el paso de los años lograron un éxito tan grande que llegaron a fundar grandes empresas prácticamente de la nada, o que incluso llegaron a ser presidentes de una nación; ¿Qué características desarrollaron estas personas para alcanzar los logros que tuvieron?

La mayoría de nosotros tenemos los mismos sueños que ellos tenían, los mismos deseos de superación, ¿Qué los hace diferentes a nosotros?; son muchas las características que presentan cada uno de ellos, pero un rasgo común es que eran personas proactivas, tenían una gran iniciativa.

Cuando vemos que suceden cosas buenas en las vidas de otras personas, nos preguntamos ¿Cómo lo han hecho?, quisiéramos saber su técnica, nos sentimos admirados de las familias y las empresas basadas en principios sólidos, de su fuerza y madurez, de la unidad entre sus integrantes, o de su cultura y valores que se adaptan tan bien al cambio, y que siempre logran resultados por encima de lo esperado.


Ante una situación difícil la mayoría nos quejamos y después nos resignamos y buscamos la forma de adaptarnos a la nueva situación, pero ellos no,  siempre deciden hacer algo, no aceptan las situaciones negativas que se presentan en su vida, trabajan para crear las situaciones que desean. Si quieren una vida saludable, hacen ejercicio y se alimentan adecuadamente, si desean progresar en su trabajo, se preparan desarrollando las habilidades que les permitirán ser más productivos y eficientes; si desean ser mejores, trabajan en fortalecer su carácter y fuerza de voluntad; en general nunca están quietos, siempre están buscando la forma de lograr lo que desean.


El mundo actual es mucho más complejo que en el siglo anterior, hace apenas poco más de una década estábamos ante el surgimiento de las empresas punto com. La tecnología y la comunicación hacen el mundo más estresante y exigente; vivimos en la época de la globalización, la información y el conocimiento y casi todo lo que hacemos, ya sea bueno o malo, queda registrado en algún lugar, no hay forma de esconderse en un mundo tan interactivo y tan interconectado como el actual.
En nuestra vida personal y profesional, enfrentamos problemas y retos distintos a los que estábamos acostumbrados. En una sociedad donde todo mundo quiere ser líder y alcanzar el éxito, ¿Cómo hacemos para sobresalir, para ser mejores personas, para conseguir lo que nos proponemos, para tener un mejor futuro para nosotros, para nuestra familia, y para las personas con quiénes convivimos?

Actualmente se considera al éxito y al liderazgo más como una característica de la personalidad y de la imagen pública, y esto influye en que una persona trabaje casi exclusivamente en dos campos; en el desarrollo de habilidades y técnicas de relaciones públicas que hacen funcionar los procesos de la in­teracción humana y en la actitud mental positiva expresada en una gran cantidad de frases motivadoras. Pero el concentrarnos en esto no es garantía de que obtendremos lo que deseamos, pues podemos encontrar una gran cantidad de personas que alcanzan una posición de liderazgo y tienen gran éxito material pero no encuentran la felicidad; y la razón es que hemos dejado a un lado el desarrollo de las características que nos garantizan una mejora continua y nos permitan alcanzar el verdadero éxito y la felicidad.
La idea actual de éxito y liderazgo consiste en conseguir beneficios en la vida de una forma rá­pida y sencilla, “Hágase millonario sin preocupaciones”, y de esta forma, sin esforzarnos, sin inversión de ninguna clase, sin modificar nuestra conducta, queremos obtener todo lo que deseamos sin pasar antes por un proceso de trabajo y de­sarrollo de las habilidades necesarias; este esquema de “Conviértase en líder en una semana”, promete beneficios sin demasiado esfuerzo; y por lo general, este tipo de procesos no logran la verdadera felicidad ni los resultados esperados.
En las empresas con frecuencia sucede lo mismo, las áreas responsables del Recurso Humano se enfocan en desarrollar solo las habilidades que puedan ser de beneficio para la empresa, sin preocuparse por el aspecto interior de las personas, sin fortalecer el carácter de las mismas, y cuando los resultados son ausentismo, alta rotación, falta de lealtad, falta de compromiso y mal clima laboral, vuelven a buscar otros métodos que solucionen los problemas, pero ignorando los principios naturales en los que se basa una cultura de confianza.
Hace tiempo acostumbraba comer en un restaurante que normalmente estaba lleno de clientes, después lo vendieron, y al nuevo propietario le interesaron más las utilidades así que decidió servir porciones más pequeñas. Durante poco tiempo, con costos más bajos, las ganancias crecieron; pero los clientes empezaron a desaparecer; y el negocio comenzó a tener problemas, el propietario trató de revertir la situación, pero fue demasiado tarde, desapareció la confianza y los clientes no regresaron, hasta que finalmente cerró. El dueño se enfocó solo en los beneficios y se olvidó de conservar la fuente de tales beneficios, los clientes.

En nuestra vida personal podemos encontrarnos en la misma situación, podemos estar enfocando nuestros esfuerzos solamente en los beneficios y descuidar la fuente de los mismos, esa fuente es nuestra propia persona; podemos estar olvidando fortalecer aquello que nos da la capacidad para producir tales beneficios de manera permanente, se trata de nuestro carácter y nuestra personalidad.
El proceso para lograr el liderazgo y la efectividad personal debe centrarse en fortalecer el carácter de la persona; ese es el enfoque que debemos aplicar si queremos desarrollar las habilidades para lograr un liderazgo efectivo y continuo, trabajar primero nuestros aspectos internos para estar en condiciones de modificar las situaciones externas. Esto es algo que no cambia con los avances tecnológicos y que seguirá vigente no importa la época, es lo que distingue a las personas que logran sus propósitos de aquellos que solo la van pasando.
Uno de los aspectos fundamentales a fortalecer cuando hablamos del carácter es el hábito de la iniciativa. A la iniciativa se le conoce también como drive, empuje, o proactividad, y significa no aceptar las cosas como vienen, es actuar para que suceda lo que deseamos que suceda en cualquier situación de nuestra vida, es aceptar que nosotros somos los responsables directos de la situación actual en que nos encontramos y empujar a que las cosas se realicen lo más cercano a lo que deseamos utilizando al 100% nuestras habilidades, o desarrollando las que necesitamos; es no dejarle a otros las decisiones sobre nuestra vida, y que lo que somos sea el resultado de cada una de nuestras decisiones y no las de ellos.
¿Cómo se llega a desarrollar el hábito de la iniciativa?, muchas veces se debe a la necesidad; cuando tienes hambre, no te queda más remedio que hacer algo para ganarte la vida, otras veces se produce un cambio de pensamiento cuando una enfermedad o accidente amenazan tu vida, o cuando te conviertes en esposo o esposa, en padre o abuelo; estas son situaciones que te cambian completamente el enfoque con el que ves las cosas y que te motivan a iniciar un cambio interno; otras veces simplemente porque deseamos ser mejores personas.
¿Somos personas con iniciativa, estamos constantemente buscando oportunidades, o esperamos a que lleguen a nosotros?, ¿iniciamos algo de inmediato, o nos intimida abandonar nuestra zona de confort y lo analizamos durante meses y meses?; recordemos que incluso una decisión correcta no tiene ningún beneficio si se toma demasiado tarde, “sabía que era la decisión correcta, pero no la tomé a tiempo”

¿Qué cualidades tiene una persona con iniciativa?
Tienen objetivos, saben lo que quieren y una vez que se deciden no se detienen hasta lograr lo que desean.

Actúan, se esfuerzan en lograr sus objetivos, no esperan a que alguien los motive, saben que es su responsabilidad salir de su zona de confort y hacen las cosas que tienen que hacer cuando deben hacerse, no esperan a que se presente la oportunidad, ellos la crean.

Se arriesgan, están siempre dispuestos a correr riesgos porque saben que no hacer nada implica un costo mayor.  Además, si no toman el balón, no pueden dirigir al equipo.

Aceptan equivocarse, cuando las cosas no salen como esperaban no se detienen a lamentarse, aprovechan el aprendizaje obtenido y vuelven a intentarlo hasta que lo consiguen.

Terminan lo que inician, esta es una de las cualidades fundamentales de una persona responsable, es muy valioso contar con personas que tomen su responsabilidad y terminen hasta el último detalle lo que han iniciado.

Siempre están aprendiendo, trabajan constantemente en el desarrollo de sus habilidades a través del aprendizaje formal, de la lectura o mediante algún asesor/coach.

No se conforman, cuando logran sus metas, se ponen nuevos retos; algunos líderes, al alcanzar una meta como titularse, lograr el puesto deseado, recibir un reconocimiento o alcanzar la independencia financiera, piensan que ya es suficiente y no se esfuerzan más, cuando sucede esto, dejan de crecer.

Tanto en el ámbito personal, como en el profesional, si queremos desarrollarnos y ser mejores; debemos trabajar en fortalecer nuestro carácter, nuestra parte interna, ir construyendo los hábitos necesarios para convertirnos en las personas que debemos ser; la iniciativa es uno de ellos.


¡Libera tu potencial; trabaja en tu mente!