martes, 26 de mayo de 2020

Liderazgo-Trabajo en equipo


Habilidades de Liderazgo-Trabajo en equipo


¿Necesita un líder trabajar en equipo?

Alcanzar y mantener el éxito en cualquier tipo de organización, requiere el desarrollo de habilidades y talentos que prácticamente son imposibles de encontrar en una sola persona.

Las nuevas estructuras organizacionales, más planas y con menos niveles jerárquicos, requieren de una mayor interacción entre las personas que la integran, esta interacción sólo puede lograrse, de una manera adecuada, con una actitud de cooperación; una actitud donde el bienestar del grupo tenga prioridad sobre el beneficio personal.

De manera natural las personas tienden a agruparse de acuerdo a la afinidad en su personalidad y temperamento, a los intereses comunes que pudieran tener, o simplemente para lograr un objetivo común, pero esto no determina que lleguen a tener una interacción adecuada entre ellos. La habilidad para trabajar en equipo es algo que se debe aprender y desarrollar, algo en lo que se debe trabajar de manera constante, hasta alcanzar tal nivel de interacción que le permita al grupo lograr cualquier objetivo que se proponga, en el menor tiempo posible, y con la cantidad de recursos disponibles.

Aunque algunos autores señalan que la necesidad de trabajar en equipo nace en las empresas, bajo la forma de propuestas que requieren la participación de diversos sectores funcionales de las mismas; la formación de equipos está es tan antigua como el hombre mismo, la necesidad de agruparse para lograr un objetivo común se da de manera natural en la integración de cualquier grupo social.

Existen algunas diferencias entre los equipos de trabajo que se forman en una organización, y cualquier tipo de grupo, un equipo comparte un nombre, una misión, tienen una historia en común, buscan las mismas metas y objetivos, poseen expectativas comunes.

Toda organización es básicamente un equipo constituido por sus miembros, donde desde el nacimiento de ésta, sus integrantes establecen el acuerdo de trabajar en conjunto; de utilizar sus capacidades al máximo para lograr un objetivo común.

De aquí surgen dos conceptos; equipo de trabajo y trabajo en equipo.
-El equipo de trabajo es un grupo de personas asignadas o autoasignadas, de acuerdo a sus habilidades y competencias, para cumplir un determinado objetivo de trabajo
-El trabajo en equipo se refiere a la metodología que utiliza un grupo de personas para lograr sus metas.



¿Qué es el trabajo en equipo?

La metodología de trabajo que lleva a cabo un grupo de personas con capacidades que se complementan, comprometidas con un propósito y objetivos comunes y con responsabilidades y beneficios compartidos.



¿Cuáles son las características del trabajo en equipo?

Ante todo, cada uno de los integrantes debe estar comprometido con el propósito y objetivos comunes del grupo, y también deben compartir las  responsabilidades y beneficios.
  • Existe una integración armónica de las funciones y actividades desarrolladas por diferentes personas.
  • Las responsabilidades y los  beneficios son compartidos por sus miembros.
  • Las actividades desarrolladas se realizan en forma coordinada.
  • Los programas y planes de trabajo en equipo buscan lograr un objetivo común.



¿Por qué es importante el trabajo en equipo?

Porque el nivel de desempeño y los resultados obtenidos por un equipo de trabajo, perfectamente coordinado, conformado por personas comprometidas, actuando como una sola entidad, donde sus habilidades se complementan unas a otras, y unido en la búsqueda de un objetivo común son muy superiores, a los que obtendría un grupo donde no se dan estas características, sin importar que sus integrantes fueran los más capacitados e inteligentes.

De acuerdo con un estudio realizado por Gallup, sólo el 30% de los trabajadores estadounidenses está comprometido activamente con su trabajo. Esta falta de compromiso puede llevar a una pérdida de productividad de entre 450 y 550 millones de dólares al año, según el informe.



¿Se puede mejorar el trabajo en equipo?

Cualquier grupo puede ser transformado en un equipo, pero se deben cuidar los siguientes aspectos:

Unión, pertenecer al grupo debe ser algo atractivo, el grupo tendrá mayor o menor conexión, en la medida en que ser miembro sea considerado como algo positivo y se sientan atraídos por el grupo. Esta conexión puede ser de dos tipos, social, las relaciones interpersonales que los unen, y la relacionada con su función dentro del grupo, ésta última se refiere al modo en que las habilidades de cada miembro del grupo se combinan para alcanzar el máximo nivel de desempeño. La unión se puede lograr mediante algunas actividades como, diseñar el logo, o frase que identifiquen al equipo, o algunas que revelen las características comunes de los integrantes; también resultan útiles las actividades que permitan a los miembros evaluar las fortalezas y debilidades individuales.

Reglas y funciones, en todo grupo se establecen las normas que lo regirán, y se asignan funciones a cada uno de sus integrantes. Las reglas regulan el comportamiento de los miembros dentro del grupo, y las funciones les permiten realizar sus tareas de manera eficiente. Estas deben ser conocidas perfectamente por cada uno de los integrantes del grupo para garantizar su cumplimiento por parte de ellos.

Comunicación, una comunicación clara es vital en las actividades que desarrolla un equipo de trabajo, y en la búsqueda de sus objetivos, existen algunos consejos que se deben tomar en cuenta en la interacción entre los miembros del equipo.
-Sonreír, una sonrisa significa me gustas, me causas felicidad, me alegro de verte, me caes bien. La gente que sonríe, trabaja, enseña y vende con más eficacia, y ayuda a crear ambientes más agradables.
-Empatía, siempre hay una razón por la que las personas actúan como lo hacen; uno de los secretos del éxito, es la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde su perspectiva.
-Escuchar, en una conversación es muy importante poner atención exclusiva a la persona que habla, como si no existiera nadie más en el mundo, hagamos preguntas, dejemos que nos explique; no la interrumpamos, escuchemos con paciencia.
-Motivar, todo el mundo tenemos la de ser reconocidos; de ser importantes, y apreciados; el uso de elogios sinceros es básico para motivar, nadie quiere mentiras ni adulación fingida; se trata de motivar, de inspirar a aquellos con quienes entramos en contacto para que descubran las capacidades que poseen.
-No criticar, la crítica pone a las personas a la defensiva, y hace que traten de justificarse, hiere el sentido de importancia y despierta resentimientos. Cuando alguien comete un error hacérselo notar no traerá ningún beneficio, aun así, si fuera necesario llamar la atención a alguien, siempre es conveniente hacerlo a solas, sin testigos.
-Reconocer las equivocaciones, esto evita la actitud defensiva, y frecuentemente ayuda a resolver los problemas; cualquiera trata de justificar sus errores, pero quien los admite da un gran paso en la solución de los mismos. Si estamos equivocados, hay que admitirlo.

Planeación, es importante que los integrantes del equipo participen en la definición de los objetivos del grupo, en relación con el trabajo que desarrollan, y que cada uno entienda claramente cómo se enlazan sus metas individuales con los del grupo. Se puede asignar como actividad, definir su misión y objetivos

Interdependencia, cada uno de los miembros del grupo son responsables de los resultados logrados como equipo, pues las actividades que realizan cada uno de ellos, contribuyen en mayor o menor grado a la realización del objetivo en común. Líderes y colaboradores deben tener la sensación de que trabajan juntos hacia un objetivo común.



¿Cómo pueden los líderes, que gestionan a trabajadores con varios países y culturas, llevar a sus equipos de trabajo a alcanzar niveles máximos de desempeño?

Existen varios factores, entre ellos, está la cultura de la organización, la comunicación interna, y la creación de vínculos, apoyados por la tecnología

Cultura organizacional

Las mejores empresas son aquellas que logrado crear de una cultura de trabajo a partir de las culturas locales en las que operan. Estas empresas toman gente con talento, de los países donde operan, y las integran al estilo de la organización. Formar parte de estas organizaciones es asimilar su cultura, ser moldeado y mejorado para encajar en un contexto más amplio.

Crear una cultura en un lugar de trabajo también implica la fijación de metas profesionales individuales, enlazadas con las de la empresa, que todos los miembros se esfuerzan por alcanzar.

Comunicación interna

Para que una empresa tenga éxito, los líderes y sus colaboradores deben estar en el mismo canal, entendiendo que trabajan juntos hacia un objetivo común. La comunicación directa y abierta es esencial para esto; esta inclusión facilita la confianza entre los empleados y la organización. Muchas empresas realizan reuniones mensuales, donde participan la totalidad de sus colaboradores, ya sea de manera presencial, o remota, y en las que se analiza el avance en los objetivos de la empresa, los planes a futuro, y donde los participantes pueden enviar preguntas a los oradores para ser comentadas.

Crear vínculos

Las organizaciones deben encontrar formas de aprovechar la tecnología, para facilitar la interacción humana, para crear vínculos, que al final son lo que marca una gran diferencia entre las empresas que logran el éxito y las que no, el uso de la tecnología se orienta hacia las plataformas de capacitación, las bolsas de trabajo internas, la comunicación mediante redes sociales, los procesos internos de diseño, o de mejora continua.



Los mandamientos de un líder
  • Antepondré lo que sea mejor para los demás antes de lo que sea mejor para mí.
  • La organización que dirijo y aquellos con quienes trabajo deben estar primero.
  • Cuando pongo los intereses de la organización antes que los míos, mantengo la integridad ante aquellos que me contrataron.
  • Cuando pongo los intereses de los demás antes que los míos, desarrollo amistad y lealtad.





¡Despierta, libera tu potencial…!



jueves, 5 de marzo de 2020

Cómo cambiar tu personalidad


Cómo cambiar tu personalidad

¿Qué me hace ser como soy, como y cuando se formó mi personalidad, es posible modificarla? 

Todos podemos cambiar nuestra personalidad.
Todos podemos cambiar algún aspecto de nuestra personalidad, pero, ¿por qué debería cambiarla, cómo puedo saber si necesito un cambio?; si yo me siento de lo más normal.
La necesidad de un cambio es algo difícil de determinar, pues por más que las personas cercanas a nosotros nos digan que no estamos bien, que necesitamos modificar algo, sentimos que están exagerando y que, como todos,  tenemos algunas áreas de oportunidad, pero no estamos tan mal como ellos piensan, aunque también deberíamos aceptar que posiblemente tengan algo de razón, y probablemente si necesitamos un cambio; pero, para ser objetivos, y no basarnos solo en opiniones, podemos evaluar los resultados que hemos obtenido a lo largo de la vida, analizar si estamos inconformes con algún aspecto de nuestra conducta, si normalmente reaccionamos de manera negativa ante situaciones que están fuera de nuestro control, si tenemos conflictos con la mayoría de las personas con quienes tratamos, si constantemente estamos de malas, o deprimidos; si es así, y realmente queremos mejorarlo, lo siguiente es determinar que aspecto de un cambio.

La reconstrucción o modificación de la personalidad es algo muy serio e importante, muy pocas personas poseen una personalidad magnética y atrayente, la mayoría no nos distinguimos de los demás, no sobresalimos, somos normales. Ante las situaciones diarias de la vida, la personalidad nos hace actuar como somos, extrovertidos, introvertidos, neuróticos, preocupados, alegres, tristes, confiados; hay tantas personalidades como seres humanos hay en el mundo, cada uno de nosotros posee una serie de características que combinadas, nos hacen únicos y forman nuestra personalidad. La personalidad reside en la mente, si pudiéramos modificar las experiencias grabadas en ella podríamos modificar a voluntad nuestra conducta y personalidad.

Nuestra personalidad es lo que nos distingue de los demás, lo que la gente aprecia de nosotros, es un conjunto de factores, que combinados con el aspecto físico nos identifican como la persona que somos. 
Todos hemos conocido algunas de esas pocas personas con una personalidad que atrae; llaman la atención con su apariencia, su voz, o su manera de comportarse; alguien puede decir que tienen carisma; que son líderes naturales, que tienen suerte, o dinero, o que es por la posición que ocupan, pero lo cierto es que las experiencias, y las creencias grabadas en su mente les han permitido desarrollar ese tipo de personalidad; hacen las cosas con una pasión que atrae, no tienen miedo en actuar ni en mostrar sus emociones ante los demás, dan su máximo esfuerzo en cualquier situación, siempre utilizan todas sus habilidades y experiencia para desempeñarse de la mejor manera posible; le dan color a la vida.

La base de nuestra personalidad se forma principalmente durante 3 etapas de nuestra vida; durante la concepción, donde recibimos todas las características genéticas de nuestros padres; en la niñez, especialmente los primeros 5 años; donde el condicionamiento que recibimos por nuestra familia, amigos y maestros se va integrando a ella; y durante la adolescencia, en la que los cambios físicos, emocionales y hormonales influyen tanto en nuestro estado de ánimo como en la conformación definitiva de nuestra personalidad; al terminar la adolescencia los cambios son mínimos y van a depender en gran medida del impacto que pudieran tener las nuevas experiencias que enfrentemos en la vida.

Componentes de la personalidad
Físico, el aspecto que la gente que no te conoce aprecia a primera vista de ti; la conformación de tu cuerpo, el tono de tu voz, tu pelo, tus ojos, tu sonrisa, tu postura, tus expresiones corporales, tu salud física, la ropa y accesorios que utilizas.

Mental, el relacionados a la adquisición de cultura y conocimientos, la forma en que razonas y formas juicios lógicos, tu inteligencia, la creatividad que muestras encontrando soluciones a los problemas; tus creencias y tu forma de pensar

Emocional, la forma como controlas y expresas tus emociones, el entusiasmo, el amor, los rencores, las penas, las alegrías; el uso que puedes hacer ellas para motivarte y lograr tus objetivos, aún en situaciones difíciles.

Moral-Espiritual, tus valores y creencias, la claridad sobre tu propósito en la vida y la forma como utilizas tus capacidades para construir un mundo mejor.

Metas-Objetivos, son tus necesidades, tus intereses y deseos, representados en metas y objetivos bien claros que quieres alcanzar, la forma en que estos se vinculan con tu propósito de vida, las situaciones que te impulsan y te motivan en tus actividades diarias.

Social, son las habilidades que utilizas en tus relaciones diarias, el saludo, la forma de estrechar la mano, tu adaptabilidad, la tolerancia a las ideas de los demás, el respeto a sus derechos, los vínculos existentes con las personas con quienes te relacionas, la fuerza de estas relaciones, el interés que pones en ellas.

Si ya tenemos una personalidad desarrollada, ¿Cómo podemos modificarla y mejorarla?
Existen varios métodos para mejorarla; casi todos ellos se enfocan en modificar alguno de los aspectos que la integran, utilizando procesos como el Coaching, la PNL, la sugestión, y la visualización mental. Todos ellos tienen algo en común, trabajan sobre el aspecto mental; y se basan en el hecho de que nuestra mente no distingue entre una situación real de una imaginada en todos sus detalles.

El Coaching es la fase de análisis y evaluación, donde, a través de preguntas, la persona que desea modificar su personalidad, identifica aquellos aspectos que le impiden desarrollar su máximo potencial

En la siguiente fase, que corresponde a la modificación de aquellos aspectos identificados, se utilizan procesos de PNL, sugestión y visualización mental, para la aplicación de estos métodos, buscamos un lugar tranquilo, nos recostamos y relajamos nuestro cuerpo y mente; posteriormente imaginamos, con todo detalle, la conducta que deseamos adquirir; debemos visualizarnos como si ya la tuviéramos; actuando en nuestro ambiente normal y comportándonos de acuerdo al cambio que deseamos; esto empezará a grabar una nueva conducta en las redes neuronales de nuestro cerebro; la modificación en nuestra personalidad se notará después de 3 semanas de repetir este proceso. 

A partir de ese momento, ante cualquier situación que se nos presente, nuestra mente, de manera automática, acudirá a nuestros bancos de memoria donde ya se encuentra la información que hemos visualizado y almacenado previamente; la recupera y la utiliza para provocar una respuesta.






Debemos desarrollar el potencial con el que nacimos; no permitir que nuestras capacidades duerman, perfeccionarlas al máximo y utilizarlas para nuestro beneficio y el de los demás y así, construir un mundo mejor para todos.


¡Despierta... libera tu potencial!