viernes, 17 de enero de 2014

La Mente y los Límites de lo posible (Como funciona la mente-VII)

¿Hasta dónde puedo llegar?

¿Cuáles son aquellos aspectos y creencias que nos limitan, la edad, la educación, el género, el dinero, la religión, el medio en el que nos desarrollamos, algún amigo o familiar? ¿Hasta donde podemos llegar en la vida, que debemos hacer para adquirir nuevas habilidades y fortalecerlas; o eliminar esos límites; cuáles de estos son impuestos por nuestro entorno y cuáles son impuestos por nosotros mismos?

Los límites son diferentes para cada uno de nosotros
Todos hemos escuchado alguna vez historias sobre personas que, en casos extremos, donde su vida o la de algún familiar corre peligro, pueden levantar objetos más allá de lo que consideramos posible, deportistas que realizan proezas físicas, personajes que nacieron en la pobreza y llegaron a ser emperadores o presidentes de una nación; o personas que después de ser sugestionadas, mediante hipnosis, pueden soportar una cirugía sin anestesia alguna. ¿Cuáles son los límites de lo posible para nuestro cuerpo y nuestra mente; como darnos cuenta si lo que hemos conseguido hasta hoy en la vida es lo que debe ser, o si podemos lograr mucho más?...; si reflexionamos un poco, casi todos los aspectos que nos limitan de alguna forma en nuestra vida existen, en su mayoría, solamente en nuestra mente; escondidos en el subconsciente, pues en situaciones donde algunos de nosotros solo vemos problemas y obstáculos insalvables, otros ven oportunidades de mejorar, de poner en práctica sus habilidades y de adquirir nuevos aprendizajes.

Llegar al final de nuestra vida y darnos cuenta de que permitimos que alguien, o algo, nos privara, o de que nos privamos a nosotros mismos de ser felices, de desarrollar, liberar y utilizar nuestras capacidades al máximo para lograr una vida mejor; para hacer un mundo más justo, es la decepción más grande que podemos tener; es una pérdida irreparable para la cual no existe solución.

¿Pero, cómo podemos eliminar estos límites que ya existen en nuestra mente?, y que, sin darnos cuenta, influyen en la manera como vemos el mundo y reaccionamos; primero debemos tomar consciencia de cuáles son estas creencias que influyen de tal manera en nosotros, que nos impiden desempeñarnos al máximo a la hora en que debemos tomar una decisión o realizar alguna actividad.

Inténtalo una y otra vez
Esto no es fácil pues normalmente no somos conscientes de su existencia; o si tenemos conocimiento de ellas, por lo general las consideramos como creencias bien fundamentadas en nuestra propia experiencia; pero lo cierto es que la mayoría han sido implantadas en nuestra mente ya sea por el condicionamiento recibido a través de la interacción con nuestra familia, amigos, maestros y compañeros de trabajo; o porque, de alguna manera, nosotros mismos las adoptamos como propias y se grabaron en nuestra mente, y ahora son utilizadas por nuestro subconsciente y actúan sobre nosotros al momento de interpretar la información que nos llega a través de los sentidos; funcionando como verdaderos frenos a la hora que debemos realizar una acción, de forma que nos impiden desempeñarnos al 100% de nuestra capacidad, se han convertido en hábitos y determinan en gran medida como va a ser nuestra conducta, determinan lo que somos y lo que no somos capaces de lograr en la vida.

Las siguientes son algunas de las creencias más comunes que nos limitan a la mayoría; la edad, “a esta edad ya no puedo hacer mucho, ya estoy viejo”, o por el contrario, “soy muy joven, me falta experiencia necesaria para hacerlo”; la educación, “estoy en desventaja porque no estudié en una universidad privada”; el género, “para las mujeres es imposible aspirar a un puesto directivo en una empresa”; el dinero, “tengo muchos proyectos pero para hacer algo se necesita mucho dinero y no tengo el capital suficiente”, o utilizar el dinero y los bienes como medida del éxito; la religión, “mi religión es la única verdadera y no acepto otro tipo de ideas sobre el tema”; el medio en el que nos desarrollamos, “si hubiera nacido en una familia con mejor posición las cosas serían diferentes”; alguna persona, “tengo muchos planes para el futuro pero tal persona siempre me hace sentir que no valen la pena”, o “quiero hacer tal cosa, pero que va a pensar y decir la gente(mi familia, mis amigos)”;  y algunas otras parecidas.

No te frenes a ti mismo
Hace algunos años, un día por la mañana salía para el trabajo, subí a mi auto, un auto de transmisión manual, y me dirigí a la oficina; al cabo de unos 40 minutos llegué y al estacionar el auto me di cuenta que todo el tiempo estuve manejando con el freno de mano puesto; no lo noté porque el indicador no funcionaba, pero, ¡Que forma tan tonta de manejar!; con razón lo sentía raro, sentía como si no avanzara de acuerdo a la velocidad que marcaba el velocímetro, como si, por más que lo forzara, algo le impidiera avanzar. Con nuestra mente pasa exactamente lo mismo; no hay un indicador que nos diga que tal o cual creencia nos está limitando y además esto no es por un periodo de tiempo corto, podemos avanzar por la vida con una gran cantidad de frenos mentales que nos impiden utilizar al máximo las habilidades con que hemos sido equipados desde nuestro nacimiento; y esto se traduce en un pobre desempeño en cualquier actividad a la que nos dediquemos en la vida; lo peor de todo es que no nos damos cuenta, pensamos que la manera en que nos comportamos es la manera correcta en que debemos desempeñarnos; en estos casos el único indicador al que podemos acudir somos nosotros mismos; cuando nunca estamos conformes con los resultados obtenidos, sean buenos o malos, cuando nos sentimos infelices, cuando estamos de malas constantemente, cuando sentimos que podemos hacer las cosas mejor, pero por alguna razón no lo hacemos, cuando nos enfermamos frecuentemente, cuando le dedicamos tiempo excesivo a alguna actividad que nos impide realizar otras de mayor provecho; estas son señales de que debemos buscar en nuestro interior y reflexionar para identificar cuáles creencias nos limitan y eliminarlas.

Cada uno de nosotros tenemos potencialmente los mismos recursos internos que aquellas personas que consideramos exitosas, solo necesitamos ponerlos en práctica, entre estos recursos los más importantes son la capacidad de aprender y la voluntad de progresar; mediante ellos podemos llevar nuestra vida por el camino que deseemos.

¿Cómo podemos desempeñarnos sin freno alguno y lograr niveles de excelencia en la actividad que desarrollamos?; la excelencia en el desempeño no es un acto aislado, es algo que repetimos una y otra vez hasta convertirlo en hábito.

Existen numerosas publicaciones donde, con base en entrevistas a personas que han logrado el éxito, nos presentan los comportamientos más comunes que los ayudaron a lograrlo, pero nunca nos dicen como adquirir estos comportamientos; y tampoco nos dicen como eliminar aquellos que nos impiden lograrlo.

El método para modificar estas creencias es el mismo a través del cual adquirimos tales ideas y es similar al proceso utilizado para grabar un programa en una computadora; si ya tenemos una serie de instrucciones escritas en la mente, sobre escribimos las instrucciones nuevas y volvemos a grabar el programa; esta nueva grabación no se hace en un solo día, se lleva un poco de tiempo; y la mejor forma de iniciar este cambio, de sobre escribir las nuevas instrucciones es que en cualquier actividad que realicemos, nos esforcemos conscientemente en hacerla lo mejor posible de forma que se convierta en hábito y se grabe en el subconsciente.

No importa la magnitud de nuestros problemas o las circunstancias en las que nos encontremos, nuestros recursos internos siempre serán superiores, solo hay que trabajar en modificar aquellas creencias que nos limitan.

Si ya tenemos una situación identificada y queremos trabajar sobre el cambio de una conducta particular bien definida, podemos utilizar el método de modificación de nuestra autoimagen, mediante la visualización mental.

Liga a publicación sobre autoimagen

Existe un libro que habla sobre los límites y que pasa cuando alguien se atreve a superarlos; Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach.



 ¿Estás conforme con lo que has obtenido de la vida hasta el día de hoy; y si es así, estás consciente de que pudiste haber logrado mucho más?
¡Los límites solo existen cuando creemos en ellos!
La construcción de un mundo mejor solo es posible liberando y utilizando nuestras capacidades para el beneficio común; y la mente es la principal de ellas.



¡Libera tu potencial, Trabaja en tu mente!



No hay comentarios.:

Publicar un comentario