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miércoles, 11 de marzo de 2015

Profecía autocumplida


Logrando una actitud mental positiva

Tú decides como ver la vida
Si pensamos,  y confiamos en que podemos lograr algo, estamos en lo cierto, si creemos que no, ¡también!, esta situación es conocida como profecía auto-cumplida, o efecto Pigmalión y está íntimamente relacionada con la fe, el pensamiento positivo y la ley de la atracción; nuestras creencias y expectativas hacen realidad nuestros deseos, pero también pueden materializar nuestros miedos; la buena noticia es que pueden ser modificadas y utilizadas a nuestro favor para lograr nuestras metas y objetivos.
Podemos aprender cómo conseguirlo…, pero lo más importante es tener la fe suficiente; tener la firme convicción de que podemos lograrlo. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado ante situaciones como las siguientes?:

“Todo me sale mal, sé que no voy a conseguir ese trabajo, es una empresa muy importante; lo voy a intentar, pero estoy seguro que me dirán que no”. “Necesito perder peso, pero no puedo, todos me dicen que me ejercite para mejorar mi forma física y mental, pero sé perfectamente que eso no funcionará conmigo porque ya lo he intentado varias veces sin ningún resultado”. “Nada funciona bien en mi vida, parece que todo y todos están en mi contra, debo una gran cantidad en mi tarjeta de crédito y no puedo conseguir el dinero para pagarlo”. Cada vez que nos encontramos pensando o diciendo alguna frase como las anteriores, podemos estar seguros de algo; si existía la más mínima oportunidad de que los resultados fueran favorables, lo más seguro es que, con esa actitud mental, tal oportunidad haya desaparecido; ¿por qué perder la fe en nosotros mismos; por qué no confiar en que dentro de nosotros tenemos lo necesario par lograr todo lo que nos propongamos? 

Si pensamos, nos expresamos y actuamos de esa forma tan negativa, sin fe en nuestras capacidades, podemos estar seguros de que no conseguiremos nada de lo que deseamos, a pesar de que exista una clara posibilidad de lograrlo; y la única persona que puede eliminar toda esa carga de negatividad y modificar los resultados no deseados de nuestra vida, somos nosotros mismos.

¿Cómo hacer para quitar la negatividad de nuestra vida?
Lo más importante que podemos hacer para conseguirlo, es comenzar a crear una tendencia de fe o de pensamiento positivo ante cada situación negativa que se nos presenta; primero debemos aceptar que lo que pensemos y esperemos, es lo que sucederá; nuestros pensamientos y creencias son muchísimo más importantes de lo que podemos llegar a creer, y es posible que, por sí solos, sean un factor determinante para el logro de nuestros objetivos.

Podemos observar y darnos cuenta que tener expectativas y pensamientos negativos sobre la vida en general, es algo muy grave, pues no se puede lograr casi nada sin tener ideas, pensamientos y expectativas favorables; cualquier cosa que deseamos lograr, desde un nuevo trabajo, hasta perder peso o ganar estabilidad financiera, dependerá mucho de nuestras convicciones para lograr el éxito y realizar esos sueños; nuestros pensamientos, positivos o negativos, tarde o temprano se convertirán en acciones. Desde el mismo momento en que creemos y pensamos si podremos hacer o no algo, tomaremos la acción de intentarlo o no, y si ni siquiera lo intentamos, será imposible que lo logremos, con lo cual se cumplirá la profecía auto-realizada.

El mundo y la vida actual no son justos, y los problemas que nos toca enfrentar no son nada fácil, los condicionamientos negativos y las malas experiencias que sufrimos nos moldean, nos roban la fe y nos hacen ver la vida de una forma incorrecta y no pocas personas terminamos viendo disminuida nuestra autoestima y perdiendo la confianza en nosotros mismos; cuando esto sucede, ya no creemos en nosotros mismos e incluso podemos experimentar la sensación de que no merecemos lograr ciertas cosas en la vida, de que no somos dignos de ellas, de que nos estamos hundiendo en un mar de problemas.

Lo primero que debemos hacer para romper esta forma de pensamiento, es justamente reconstruir nuestra fe y autoestima mediante la creencia en nosotros mismos; debemos creer en nuestras capacidades, en que internamente tenemos los recursos necesarios y que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos en la vida, con esto, muy probablemente generaremos la confianza suficiente como para intentar conseguirlo; esto nos ayudará a eliminar muchos de los pensamientos negativos, todo cambiará, y a medida que obtengamos algunos logros, tendremos más confianza para intentar otros mayores, y así sucesivamente; por eso, es necesario que, primero, generemos la suficiente confianza en nosotros mismos, y que hagamos hasta lo imposible por abandonar todos los pensamientos, creencias y acciones negativos que nos acompañan en la vida.

Pensemos positivamente, con la fe suficiente, sobre todo lo que deseamos hacer y vamos a obtener en la vida; desarrollemos una actitud de autoconfianza, una actitud en la que creamos que podremos conseguir cualquier cosa y, una vez que logremos esto, iniciemos acciones; iniciemos y mantengamos una tendencia de pensamiento positivo, y abandonemos toda la negatividad en la vida.

Otra cosa que podemos hacer e buscar rodearnos de gente con actitud positiva; nadie podrá animarnos a tener pensamientos positivos cuando las cosas salen un poco diferente a como esperábamos si todos los que están alrededor son negativos; no dejemos que las personas negativas nos contagien su estado de ánimo y su energía perjudicial.

Desarrollar y mantener una tendencia positiva de pensamiento no es algo que se da de un día para otro, se requiere algo de tiempo, pero una vez que nos decidamos a abandonar de una vez por todas los sentimientos perjudiciales en nuestra vida, y mantengamos una sana distancia con gente que no tenga más que pensamientos negativos, podremos lograr una transformación; nuestra personalidad sufrirá cambios positivos que nos llevarán a transformarnos en personas positivas, y empezaremos a lograr nuestros y sueños.

Cuando algo suceda en nuestra vida, sin importar lo que sea, no pensemos automáticamente en el lado negativo de tal situación, pensemos siempre en la parte positiva, practiquemos diariamente manteniendo pensamientos positivos y, eventualmente, estos se integrarán a nuestra forma de ser, se convertirán en una parte de nosotros.

Una vez que hayamos logrado eliminar la actitud mental negativa de nuestra vida, veremos cómo las cosas empiezan a cambiar, y como todo aquello que deseamos y merecemos, se hace realidad.


¡Cada uno de nosotros decide la forma de quiere ver la vida, de manera positiva, con fe en si mismo, llena de luz; o en tonos grises y obscuros, llena de negatividad y falta de confianza!

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viernes, 13 de febrero de 2015

Condicionamiento para el éxito

¿Estás conforme con lo que has obtenido de la vida hasta el día de hoy?


Los seres humanos (homo sapiens) hemos existido como tal por lo menos desde hace unos 250,000 años; esto significa la existencia de miles de generaciones antes de nosotros; generaciones que nos han heredado lo mejor de cada una de ellas; sus conocimientos y experiencias, sus éxitos, los problemas que enfrentaron para dominar y superar los diferentes obstáculos, los desafíos de la geografía y el clima; y nos heredaron también toda su creatividad aplicada para lograr sobrevivir y desarrollarse; para superar y domesticar a otras especies, para desarrollar la agricultura y la escritura, para dominar el fuego y crear las tecnologías necesarias para mejorar y hacer más fácil su existencia.
Podemos ver que, física y mentalmente hablando tenemos, en los genes de cada uno de nosotros, toda esta herencia; todas las capacidades que le han permitido a la especie humana alcanzar el nivel de desarrollo y civilización que tenemos actualmente; esto significa que ¡Estamos totalmente equipados para lograr el éxito!
Desde el momento de nuestro nacimiento, heredamos lo mejor de nuestros padres; y también recibimos la herencia de las  miles de generaciones de ancestros; ¡Estamos perfectamente equipados para lograr el éxito!
Genéticamente hablando, cada uno de nosotros representamos lo mejor y más evolucionado de nuestra especie; tenemos en nuestro interior toda la herencia genética recibida de las miles de generaciones que nos precedieron; no importa lo que nos diga nadie, no importa lo que nos hayan hecho creer, no importa lo que piensen los demás; no importa si estamos conscientes de ello o no; estamos totalmente equipados para el éxito; pero, de alguna forma toda esa capacidad genética, todo ese potencial que hemos heredado al nacer, ha sufrido un proceso de condicionamiento negativo que nos restringe y nos hace funcionar solo a un porcentaje mínimo de nuestra capacidad; este condicionamiento lo hemos recibido desde el momento en que nacimos; por nuestra familia, por nuestros amigos y, en muchas ocasiones, lo que es peor, por nosotros mismos.
Desde pequeños hemos sido condicionados por quienes nos rodean para comportarnos como lo hacemos; de acuerdo a lo que la sociedad considera como normal, bueno y aceptable; y esto se ha grabado con tanta fuerza en nuestra mente subconsciente, que se ha convertido en creencias, en costumbre, en hábitos y estos hábitos y creencias determinan en gran medida como va a ser nuestra conducta y cómo vamos a interpretar los hechos y a reaccionar ante las situaciones que se nos presentan en la vida diaria; y están tan enterrados en nuestro subconsciente, que los seguimos aceptando sin darnos cuenta, sin cuestionarlos y, en este gran proceso, a la vez, nosotros también condicionamos a otras personas, muchas veces de manera involuntaria, pensando en lo que creemos que es lo más conveniente para ellos.
Hemos aceptado este condicionamiento de manera inconsciente, necesitamos recapacitar, analizar y cuestionar cuáles de estas creencias nos limitan para utilizar al máximo toda la capacidad con la que hemos nacido; podríamos ser mucho más creativos y felices con un condicionamiento diferente, un condicionamiento que elimine estos frenos que nos bloquean y nos impiden avanzar en la vida con una mayor velocidad; sin estas creencias negativas que tenemos de nosotros mismos y de cómo son o deben ser las cosas.
El condicionamiento negativo limita nuestra creatividad y el logro de resultados
Así como hemos sido condicionados, muchas veces de manera negativa durante la infancia; cada uno de nosotros puede cambiar este condicionamiento en cualquier momento por uno más adecuado; uno que vaya de acuerdo a nuestros objetivos y necesidades, podemos, literalmente, reprogramar nuestra mente, nuestra forma de interpretar y reaccionar ante cualquier situación que se nos presente en la vida diaria; para hacerlo, primero hay que identificar aquellas creencias que nos limitan y nos impiden desarrollarnos al 100%; o identificar aquellas que nos impulsarán en nuestro desarrollo y logro de objetivos; después solo hay que seguir el mismo proceso a través del cual hemos sido condicionados para implantar en nuestro subconsciente las nuevas creencias; para esto podemos utilizar lo que se conoce como visualización mental, esto es imaginar nuevas experiencias en todos sus detalles hasta que llegan a formar parte de nosotros y se convierten en hábitos.
¿Cuáles son las creencias que me limitan? (físicas-mentales-sociales)
En la escuela, ¿Qué me impide ser el mejor?
En el trabajo,  ¿Qué necesito para desempeñarme al máximo?
Con mi familia y amigos, ¿Cuáles son las creencias que me limitan?

Para modificar las creencias limitantes, o implantar en el subconsciente una creencia positiva, podemos utilizar, además de la visualización, la autosugestión, el hipnotismo y la programación neurolingüística.

Mediante el condicionamiento podemos literalmente construir la personalidad que deseamos para lograr el éxito


 
¡Libera tu potencial…!

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miércoles, 26 de marzo de 2014

¿Qué me limita?

¿Qué me limita?


¿Si físicamente no tengo limitación alguna; qué me impide lograr, de una manera sencilla, todo aquello que deseo, cuáles son los pensamientos o creencias que me impiden avanzar y lograr cada uno de mis objetivos..., que es lo que debo cambiar para lograrlo...?


Son preguntas que, igual que a casi todo el mundo, me hice en algún momento, he reflexionado en ellas con la mayor cantidad de detalle posible; soy libre, tengo total libertad para pensar, decir y hacer lo que deseo, de ir a donde yo quiera, y sobre todo, de lograr todo lo que me proponga, pero..., ¿es cierto, realmente soy tan libre para ejercer tal libertad sin influencia de ningún tipo?; ¿o mi comportamiento es determinado por creencias que de alguna forma han sido implantadas en mi mente por la publicidad, por las personas con quienes he convivido a través de los años...? 

Con el tiempo he concluido que es una combinación de varias situaciones; y buscando entre mis recuerdos me doy cuenta de que a lo largo de mi vida son muy diferentes las creencias que me han limitado para lograr todo aquello que he deseado...:

En mis primeros años, me condicionaba y me limitaba la autoridad de mis padres sobre lo que podía y no podía hacer; "no hagas esto, no hagas lo otro, pórtate bien, no hagas travesuras..."; también me limitaba el miedo que sentía cada vez que los veía salir, y nos dejaban en casa, al pensar en la posibilidad de que no regresaran; ¿Qué vamos a hacer, quien nos va a cuidar, que vamos a comer?; me limitaban los regaños y castigos que recibía sí hacía algo que no le pareciera a la dueña de la vecindad donde vivíamos y ésta se quejaba con mis padres

Recuerdo que me limitó especialmente, y durante mucho tiempo en mi vida, el desconsuelo de pensar que mi madre tenía predilección por uno de mis hermanos y que tal vez no me quería de la misma manera, no entendía que es algo normal sentirse identificado en mayor grado con algunas personas que con otras; inclusive dentro de la misma familia.

Me limitaban las opiniones de mis compañeros en la escuela; las bromas y burlas que en ocasiones me hacían me provocaban ser aún más introvertido, me limitaba el miedo a los bravucones de las pandillas callejeras, y que por el solo hecho de voltear a observarlos, o decir algo, fuera motivo de represalias, después; durante la adolescencia, me preocupaba y limitaba la carga que sentía al pensar en los esfuerzos que hacían mis padres para mantenernos a mí y a mis hermanos, me limitaba el hecho de que las muchachas de mi edad no se fijaran en mí, y tuvieran preferencia por otros.

Llegué a sentirme inferior a otros amigos por la razón de que eran menos introvertidos que yo; ellos expresaban con mayor libertad sus ideas y a mí me costaba trabajo; cuando inicié mi propia familia, me limitaba el miedo que sentía al pensar la posibilidad de no poder darles a mi esposa y a mis hijos, lo necesario, o incluso algo mejor a lo que yo había recibido de mis padres.

Constrúyete poco a poco
usa tu fuerza de voluntad
Son una gran cantidad de limitaciones, y una gran cantidad de tiempo desperdiciado en ellas, sin haber logrado desarrollar las habilidades necesarias para lograr un cambio; pero en el momento en que tome consciencia de esto; cada uno de estos aspectos de mi vida fueron superados uno a uno, mediante el coraje y la fuerza de voluntad al principio, y posteriormente mediante el razonamiento y la reflexión, pues como casi todas las cosas en la vida; y las situaciones que nos limitan no son la excepción, existe la dualidad, los opuestos, lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo; y en ese sentido, los aspectos que me limitaron también fueron los mismos aspectos que me motivaron, que me dieron la energía para hacer todo lo necesario para evitar que se convirtieran en realidad.


Durante años se pensó que los 100 metros planos 
no podían correrse en menos de 10 segundos 
Ahora, con la experiencia y el aprendizaje que dan los años, me doy cuenta de que todas estas creencias solo fueron interpretaciones mías, nadie hizo algo con el único propósito de hacerme sentir mal o de perjudicarme, aún hoy, todavía siento que hay algunos aspectos que, en cierta medida, me siguen limitando, entre ellos, el miedo que tengo a que les suceda algo malo a mis hijos o a mi esposa, también me sigue limitando el sentido de competencia, pues todavía siento envidia cuando me entero de que algún amigo más joven que yo logra un éxito mayor al que considero haber obtenido; me comienza a limitar el miedo de pensar que a mi edad, esto ha sido todo; que lo que he logrado es lo máximo que puedo alcanzar, y que por más que me esfuerce ya no podré lograr nada más, de alguna forma me ha limitado, y todavía me sigue limitando la responsabilidad que siento por quienes dependen de mí, no puedo dejar de pensar que si hago, o dejo de hacer algo puedo perjudicar a alguien y esto me preocupa.

Estoy seguro de que existen algunas creencias más que me limitan y que es difícil identificarlas porque se encuentran escondidas en el subconsciente, en las experiencias de mis primeros años, pero también estoy seguro de que no son reales, que sólo están en mi mente, y que se originaron en la interpretación que hice de las cosas que me sucedieron, y sobre todo, estoy seguro que la solución para cualquier tipo de situaciones siempre la he tenido yo, que los límites de todo lo que puedo y lo que no puedo lograr, los establezco yo, a través de mis creencias y nadie más; ¡y que me van a limitar siempre y cuando yo lo permita!

Un límite solo es un obstáculo
que debe ser superado
Voy a seguir trabajando en comprender cómo funciona mi mente, en identificar cuáles son mis creencias, en reforzar aquellas que me impulsan y en eliminar las que me limitan mientras tenga la energía suficiente, voy a eliminar cada uno de los frenos mentales que me impiden desempeñarme al máximo en cada uno de los aspectos de mi vida.



¿Estás conforme con lo que has obtenido de la vida hasta el día de hoy; y si es así, estás consciente de que pudiste haber logrado mucho más?
¡Los límites solo existen cuando creemos en ellos!

¡Libera tu potencial...!



viernes, 17 de enero de 2014

La Mente y los Límites de lo posible (Como funciona la mente-VII)

¿Hasta dónde puedo llegar?

¿Cuáles son aquellos aspectos y creencias que nos limitan, la edad, la educación, el género, el dinero, la religión, el medio en el que nos desarrollamos, algún amigo o familiar? ¿Hasta donde podemos llegar en la vida, que debemos hacer para adquirir nuevas habilidades y fortalecerlas; o eliminar esos límites; cuáles de estos son impuestos por nuestro entorno y cuáles son impuestos por nosotros mismos?

Los límites son diferentes para cada uno de nosotros
Todos hemos escuchado alguna vez historias sobre personas que, en casos extremos, donde su vida o la de algún familiar corre peligro, pueden levantar objetos más allá de lo que consideramos posible, deportistas que realizan proezas físicas, personajes que nacieron en la pobreza y llegaron a ser emperadores o presidentes de una nación; o personas que después de ser sugestionadas, mediante hipnosis, pueden soportar una cirugía sin anestesia alguna. ¿Cuáles son los límites de lo posible para nuestro cuerpo y nuestra mente; como darnos cuenta si lo que hemos conseguido hasta hoy en la vida es lo que debe ser, o si podemos lograr mucho más?...; si reflexionamos un poco, casi todos los aspectos que nos limitan de alguna forma en nuestra vida existen, en su mayoría, solamente en nuestra mente; escondidos en el subconsciente, pues en situaciones donde algunos de nosotros solo vemos problemas y obstáculos insalvables, otros ven oportunidades de mejorar, de poner en práctica sus habilidades y de adquirir nuevos aprendizajes.

Llegar al final de nuestra vida y darnos cuenta de que permitimos que alguien, o algo, nos privara, o de que nos privamos a nosotros mismos de ser felices, de desarrollar, liberar y utilizar nuestras capacidades al máximo para lograr una vida mejor; para hacer un mundo más justo, es la decepción más grande que podemos tener; es una pérdida irreparable para la cual no existe solución.

¿Pero, cómo podemos eliminar estos límites que ya existen en nuestra mente?, y que, sin darnos cuenta, influyen en la manera como vemos el mundo y reaccionamos; primero debemos tomar consciencia de cuáles son estas creencias que influyen de tal manera en nosotros, que nos impiden desempeñarnos al máximo a la hora en que debemos tomar una decisión o realizar alguna actividad.

Inténtalo una y otra vez
Esto no es fácil pues normalmente no somos conscientes de su existencia; o si tenemos conocimiento de ellas, por lo general las consideramos como creencias bien fundamentadas en nuestra propia experiencia; pero lo cierto es que la mayoría han sido implantadas en nuestra mente ya sea por el condicionamiento recibido a través de la interacción con nuestra familia, amigos, maestros y compañeros de trabajo; o porque, de alguna manera, nosotros mismos las adoptamos como propias y se grabaron en nuestra mente, y ahora son utilizadas por nuestro subconsciente y actúan sobre nosotros al momento de interpretar la información que nos llega a través de los sentidos; funcionando como verdaderos frenos a la hora que debemos realizar una acción, de forma que nos impiden desempeñarnos al 100% de nuestra capacidad, se han convertido en hábitos y determinan en gran medida como va a ser nuestra conducta, determinan lo que somos y lo que no somos capaces de lograr en la vida.

Las siguientes son algunas de las creencias más comunes que nos limitan a la mayoría; la edad, “a esta edad ya no puedo hacer mucho, ya estoy viejo”, o por el contrario, “soy muy joven, me falta experiencia necesaria para hacerlo”; la educación, “estoy en desventaja porque no estudié en una universidad privada”; el género, “para las mujeres es imposible aspirar a un puesto directivo en una empresa”; el dinero, “tengo muchos proyectos pero para hacer algo se necesita mucho dinero y no tengo el capital suficiente”, o utilizar el dinero y los bienes como medida del éxito; la religión, “mi religión es la única verdadera y no acepto otro tipo de ideas sobre el tema”; el medio en el que nos desarrollamos, “si hubiera nacido en una familia con mejor posición las cosas serían diferentes”; alguna persona, “tengo muchos planes para el futuro pero tal persona siempre me hace sentir que no valen la pena”, o “quiero hacer tal cosa, pero que va a pensar y decir la gente(mi familia, mis amigos)”;  y algunas otras parecidas.

No te frenes a ti mismo
Hace algunos años, un día por la mañana salía para el trabajo, subí a mi auto, un auto de transmisión manual, y me dirigí a la oficina; al cabo de unos 40 minutos llegué y al estacionar el auto me di cuenta que todo el tiempo estuve manejando con el freno de mano puesto; no lo noté porque el indicador no funcionaba, pero, ¡Que forma tan tonta de manejar!; con razón lo sentía raro, sentía como si no avanzara de acuerdo a la velocidad que marcaba el velocímetro, como si, por más que lo forzara, algo le impidiera avanzar. Con nuestra mente pasa exactamente lo mismo; no hay un indicador que nos diga que tal o cual creencia nos está limitando y además esto no es por un periodo de tiempo corto, podemos avanzar por la vida con una gran cantidad de frenos mentales que nos impiden utilizar al máximo las habilidades con que hemos sido equipados desde nuestro nacimiento; y esto se traduce en un pobre desempeño en cualquier actividad a la que nos dediquemos en la vida; lo peor de todo es que no nos damos cuenta, pensamos que la manera en que nos comportamos es la manera correcta en que debemos desempeñarnos; en estos casos el único indicador al que podemos acudir somos nosotros mismos; cuando nunca estamos conformes con los resultados obtenidos, sean buenos o malos, cuando nos sentimos infelices, cuando estamos de malas constantemente, cuando sentimos que podemos hacer las cosas mejor, pero por alguna razón no lo hacemos, cuando nos enfermamos frecuentemente, cuando le dedicamos tiempo excesivo a alguna actividad que nos impide realizar otras de mayor provecho; estas son señales de que debemos buscar en nuestro interior y reflexionar para identificar cuáles creencias nos limitan y eliminarlas.

Cada uno de nosotros tenemos potencialmente los mismos recursos internos que aquellas personas que consideramos exitosas, solo necesitamos ponerlos en práctica, entre estos recursos los más importantes son la capacidad de aprender y la voluntad de progresar; mediante ellos podemos llevar nuestra vida por el camino que deseemos.

¿Cómo podemos desempeñarnos sin freno alguno y lograr niveles de excelencia en la actividad que desarrollamos?; la excelencia en el desempeño no es un acto aislado, es algo que repetimos una y otra vez hasta convertirlo en hábito.

Existen numerosas publicaciones donde, con base en entrevistas a personas que han logrado el éxito, nos presentan los comportamientos más comunes que los ayudaron a lograrlo, pero nunca nos dicen como adquirir estos comportamientos; y tampoco nos dicen como eliminar aquellos que nos impiden lograrlo.

El método para modificar estas creencias es el mismo a través del cual adquirimos tales ideas y es similar al proceso utilizado para grabar un programa en una computadora; si ya tenemos una serie de instrucciones escritas en la mente, sobre escribimos las instrucciones nuevas y volvemos a grabar el programa; esta nueva grabación no se hace en un solo día, se lleva un poco de tiempo; y la mejor forma de iniciar este cambio, de sobre escribir las nuevas instrucciones es que en cualquier actividad que realicemos, nos esforcemos conscientemente en hacerla lo mejor posible de forma que se convierta en hábito y se grabe en el subconsciente.

No importa la magnitud de nuestros problemas o las circunstancias en las que nos encontremos, nuestros recursos internos siempre serán superiores, solo hay que trabajar en modificar aquellas creencias que nos limitan.

Si ya tenemos una situación identificada y queremos trabajar sobre el cambio de una conducta particular bien definida, podemos utilizar el método de modificación de nuestra autoimagen, mediante la visualización mental.

Liga a publicación sobre autoimagen

Existe un libro que habla sobre los límites y que pasa cuando alguien se atreve a superarlos; Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach.



 ¿Estás conforme con lo que has obtenido de la vida hasta el día de hoy; y si es así, estás consciente de que pudiste haber logrado mucho más?
¡Los límites solo existen cuando creemos en ellos!
La construcción de un mundo mejor solo es posible liberando y utilizando nuestras capacidades para el beneficio común; y la mente es la principal de ellas.



¡Libera tu potencial, Trabaja en tu mente!



viernes, 15 de noviembre de 2013

El Reino de los Cielos


Un mundo mejor

“El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, si un hombre lo descubre, lo tapa y, feliz de haberlo encontrado, va, vende todo lo que tiene y compra ese campo”
Evangelio de San Mateo



Esta parábola del evangelio describe perfectamente cuál debería ser nuestro comportamiento cuando, en la vida, llegamos a encontrar algo tan valioso que deseamos obtener a cualquier precio, sin importar los esfuerzos o recursos que tengamos que invertir en ello, a lo largo de los años, muchas veces he reflexionado sobre el significado de estas palabras; la mayoría le damos un significado religioso por el origen de las mismas, pero además, todavía tenemos la ilusión y seguimos esperando que el Reino de los Cielos prometido por la religión llegue algún día; otros interpretamos que se trata solo de un reino de tipo espiritual, al que llegaremos, si nos portamos bien, después de nuestro paso por este mundo; pero en mi caso, yo siempre lo he comparado con las cosas más importantes en mi vida, aquello que vale la pena lograr; en cómo podría hacer para alcanzarlo, en lo que tendría que sacrificar para hacerlo, y también en cómo me sentiría al realizarlo; pero también me he dado cuenta que la importancia que le damos a las cosas va cambiando con el paso de los años y con la situación en la que nos encontramos; cuando somos solteros, las cosas más importantes son muy diferentes a cuando iniciamos una familia, o cuando tenemos ya tiempo de haberla formado, en el aspecto profesional, tal vez lo más importante es el deseo de lograr una mejor posición laboral y un mejor ingreso, pues se traducirá en mejores condiciones de vida para nosotros y nuestra familia, pero esto también puede llegar a cambiar con los años, si ya conseguimos lo anterior, tal vez ahora lo más importante no sea el ingreso ni la posición, tal vez ahora sea el reconocimiento de nuestras ideas, el verlas aplicadas en los procesos de trabajo de la empresa para la que colaboramos; o tal vez lo más importante sea la influencia que podemos tener sobre las personas con las que interactuamos diariamente, el ser reconocidos por los demás; o quizá ahora nos encontremos en un momento en que lo más importante sea lograr la seguridad económica al llegar a la edad del retiro laboral.

Entonces, tal vez el Reino de los Cielos debe ser algo mucho más importante que solo lograr los objetivos personales que nos proponemos a lo largo de la vida.

El Reino de los Cielos no es un lugar físico, representado por alguna iglesia en particular; tampoco es algo fuera de este mundo, ni algo que esté por llegar; como lo anuncian los profetas de algunas religiones; el reino de los cielos es un mundo casi perfecto, y la posibilidad de encontrarlo está dentro de cada uno de nosotros, es una forma de vida, una manera de ser; es un proceso constante de búsqueda del conocimiento, del aprendizaje y desarrollo de nuevas habilidades y de superación, tanto personal como de aquellos que nos rodean; es el trabajo realizado día a día para la creación de un mundo mejor del que hemos recibido, un mundo donde no existan la desigualdad, la injusticia ni la pobreza.

"Busquen primero el Reino y todo lo bueno que este supone, y todas esas cosas las recibirán por añadidura”
Evangelio de San Mateo


Cuando alguien logra encontrarse en la vida el equivalente al Reino de los Cielos se nota en sus ideas, en sus palabras y en su comportamiento, algunos llaman a este descubrimiento estado de santidad, otros estado de gracia, kundalini, tao, felicidad, etc., pero todas estas formas de nombrarlo se refieren a una situación muy especial en la que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones se alinean de una manera tan perfecta que la energía vital fluye a través nuestro sin limitación alguna y se manifiesta en cada aspecto de nuestra vida; y lo que es más importante, influye en las todas las personas que nos rodean. Cuerpo, mente y emociones, perfectamente alineados, como un caleidoscopio, que nos permite ver y transmitir la belleza del universo a todo lo que nos rodea.

Al realizar nuestra búsqueda personal y constante de este mundo perfecto, estamos cumpliendo con la responsabilidad que como seres humanos adquirimos en el momento de nuestro nacimiento, si, genéticamente hablando, representamos lo mejor de nuestra especie, debemos hacer todo lo posible para liberar e incrementar el potencial con el que nacimos; si somos la combinación de las mejores características de incontables generaciones de ancestros, no debemos permitir que estas capacidades se duerman en nuestro interior, debemos mejorarlas y utilizarlas sin miedo y sin restricciones para beneficio nuestro y de quienes nos rodean; ahí está la verdadera riqueza; ahí está realmente el Reino de los Cielos; en construir un mundo mejor para todos los que vivimos en el.

La posibilidad de construir un mundo mejor siempre ha estado entre nosotros; se va haciendo realidad para aquellos que creen en el, y que poco a poco, en su corazón y en su conciencia, a través de sus palabras y sus actos lo van construyendo día a día.

Los invito a poner todo nuestro esfuerzo y empeño en desarrollar y utilizar nuestras habilidades para construir un mundo mejor en beneficio de todos, con la misma alegría y dedicación como lo haríamos si hubiéramos encontrado realmente un tesoro; si eres estudiante trata no solo de ser el mejor, sino de influenciar positivamente y ayudar a tantos compañeros como puedas; si eres político, trabaja en beneficio de la gente y no busques solo tu beneficio personal; si eres directivo en alguna empresa, defiende también los intereses de tus empleados de tus clientes y proveedores, no solo los de los accionistas, si eres policía, realmente cuida el orden y protege a las personas sin abusar de tu autoridad; si tienes una empresa, reparte los beneficios en partes iguales, una para los dueños, una para el negocio, una para los clientes y una para los empleados; si tienes facilidad para adquirir conocimientos, compártelos con tantas personas como te sea posible; si tienes la capacidad para liderar a otros, trata de influir en ellos para impulsarlos a lograr cosas positivas; de esta forma lograremos un mundo más justo y estaremos haciendo realidad el Reino de los Cielos.

Vale la pena reflexionar un poco y preguntarnos si con nuestros pensamientos, palabras y actos, estamos logrando crear un mundo mejor para todos los que vivimos en el.



¡Despierta, libera tu potencial, trabaja en tu mente…!

viernes, 6 de septiembre de 2013

Manual para lograr el éxito-IX Actitud mental positiva

Actitud mental positiva

La visualización mental, además de ser la clave para cambiar nuestra autoimagen y nuestros hábitos, también nos ayuda a lograr nuestros objetivos

Si creemos que no podemos lograr algo, lo más probable es que no lo hagamos; esta situación se conoce como profecía auto-realizada. Los pensamientos negativos, se convierte en acciones negativas. Desde el momento en que pensamos que algo no se puede hacer de ningún modo, evitamos intentarlo, y si ni siquiera probamos, será imposible que logremos algo, con lo cual se cumplirá la profecía auto-realizada.; sin embargo, esto puede ser modificado logrando una actitud mental positiva; pero la actitud positiva es una cuestión de hábitos; y si los pensamientos que dominan nuestra mente normalmente son de negatividad, tales como “necesito perder peso, pero no puedo, todos me dicen que camine y ejercite para mejorar mi forma física y mental, pero sé que eso no funcionará conmigo”, “sé que no voy a conseguir ese trabajo”, “nada funciona en mi vida”, “necesito dinero y no tengo forma de conseguirlo”, “otra vez el rollo del pensamiento positivo, eso no da resultado”; entonces, difícilmente tendremos una actitud positiva hacia las situaciones que se nos presentan en la vida diaria; pensando de tal forma, podemos estar seguros de que no conseguiremos nada de lo que deseamos; y la única persona en el mundo que puede cambiar esto somos nosotros mismos.

Somos nosotros los que escogemos que actitud tomar ante lo que nos pasa, y esta es una elección continua que hacemos durante toda nuestra vida; una gran cantidad de adultos no tomamos la responsabilidad de nuestras actitudes; si algo sale mal y estamos molestos decimos “me levanté con el pie izquierdo”, “tengo mala suerte”, “me casé con la persona equivocada”, “me tienen mala voluntad”, “las promociones se las dan a sus amigos”, etc., siempre culpamos a otros por lo que pasa.

Tener pensamientos negativos sobre la vida en general, es algo muy grave por los efectos que puede tener sobre nosotros mismos y quienes nos rodean; y es muy  importante trabajar en corregirlo de inmediato puesto que no se puede lograr casi nada sin una forma positiva de pensar. Cualquier cosa que deseemos lograr, desde un nuevo trabajo, hasta perder peso o tener estabilidad financiera, dependerá mucho de nuestros pensamientos y convicciones para tener éxito y realizar nuestros sueños.

¿Cómo hacer, para eliminar la negatividad de nuestra vida?

El pensamiento es más importante de lo que se cree, y es determinante para el logro de nuestros objetivos. Para conseguir una actitud mental positiva, lo más importante es comenzar teniendo una tendencia de pensamiento positivo en cada situación adversa que se nos presente. Lo que pensemos, a la larga, es lo qué sucederá.

Frecuentemente tratamos de controlar cosas que no podemos; externas a nosotros, pero muy rara vez decidimos controlarnos a nosotros mismos; no podemos cambiar las situaciones negativas que suceden en el mundo, pero si podemos cambiar la manera en que pensamos.

Los problemas dan significado a la vida.

Antes que nada debemos modificar las nuestras creencias sobre el significado de los problemas. El único obstáculo que tiene que vencer un ave, para volar con mayor velocidad, es el aire; sin embargo, si el aire fuera eliminado, y solo existiera el vacío, el ave caería de inmediato imposibilitada totalmente para volar. Los mismos elementos que ofrecen la resistencia al vuelo son al mismo tiempo la condición necesaria para volar.

Casi en cualquier situación de la vida se puede aplicar el mismo principio; los obstáculos son condiciones para el aprendizaje y el éxito. Una vida libre de problemas y dificultades, reduciría todas nuestras posibilidades de ser mejores a cero. Si eliminamos los problemas la vida perderá su tensión creativa.

El pensamiento positivo es la manera cómo se piensa sobre un problema. El entusiasmo es la manera cómo nos sentimos respecto al problema. Los dos aspectos determinan lo que hacemos con el problema. Debemos trabajar constantemente en cambiar nuestras perspectivas e interpretaciones sobre lo que nos sucede, no en eliminar los problemas.

Una actitud mental positiva no siempre cambia nuestras circunstancias, pero siempre nos cambia a nosotros. Cuando podemos pensar correcta y positivamente en relación a situaciones difíciles, entonces nuestra visión de la vida es mucho mejor; las cosas se nos facilitan.

En el mundo actual no son pocas las personas que, debido a las situaciones que han enfrentado, terminan perdiendo la confianza y la autoestima en ellos mismos; incluso pueden estar tan desmotivados que llegan a experimentar la sensación de que no se merecen ciertas cosas. En estos casos, lo primero que debemos hacer para romper este círculo vicioso, es reconstruir nuestra autoestima mediante la modificación de las creencias que tenemos de nosotros mismos.

Si creemos que podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos en la vida, muy posiblemente tendremos la confianza suficiente como para intentar conseguirlo y, a medida que vayamos obteniendo logros, tendremos más confianza para intentar otros mayores, y así sucesivamente.

La actitud positiva tiene que ver más con la mente que con lo que nos sucede; pensemos siempre positivamente sobre nosotros y todo lo que deseamos hacer y lo que vamos a obtener en la vida. Vamos a Desarrollar la firme creencia de que podemos conseguir cualquier cosa que intentemos, y una vez realizado esto, a conseguir nuestros objetivos.

En condiciones normales, toma algo de tiempo desarrollar y mantener una tendencia positiva de pensamiento. Esto no sucede de la noche a la mañana, nuestras creencias se forman con los resultados y la interpretación de las experiencias que vamos enfrentando en la vida; normalmente, primero tendríamos que tener éxito en lograr algunos de nuestros objetivos y esperar que al conseguir los resultados deseados, nuestra percepción de las cosas vaya modificándose poco a poco hasta llegar a ser completamente positiva; afortunadamente, como vimos la semana anterior, hay una forma para lograrlo más fácilmente y sin tener que esperar tanto tiempo, vamos a utilizar el mismo método que sirve para modificar nuestra autoimagen; la visualización mental.

Antes de iniciar con el método vamos a meditar sobre dos preguntas; la primera es, ¿con quién crees que prefieren tu pareja, familia o amigos, pasar el tiempo?

¿Con alguien que es pesimista, desconfiado, de mal humor, que siempre espera lo peor de cualquier situación, que no sabe qué hacer y se desespera ante los problemas?

¿Con alguien optimista, seguro de sí mismo, sociable, que siempre espera lo mejor de la vida, que sabe como enfrentar y encontrar la solución a un problema?

La segunda pregunta es ¿cómo te gustaría ser a tí?


Método para lograr una actitud mental positiva

Busquemos un lugar donde podamos permanecer sin ser molestado durante 30 minutos diarios.

Vamos a crear una imagen mental, lo más detallada posible, sobre una actitud positiva, para lograr mayor detalle, debemos fijar la atención en los sonidos, olores, colores y textura de los objetos que hay en el ambiente o situación que imaginamos. Vamos a visualizarnos actuando como si ya tuviéramos las características que deseamos.

Cerramos los ojos y ejercitamos nuestra imaginación con el cuadro mental siguiente:

Me siento bien, me veo bien, estoy lleno de energía, soy muy saludable, siempre veo lo bueno en cualquier situación, normalmente estoy de buen humor, sonrío constantemente, cuando inicio algo sé que me va a salir bien, siempre espero lo mejor de cualquier situación; cuando surge algún problema sé que voy a encontrar la solución, soy muy inteligente; me cae bien todo mundo, generalmente pienso cosas positivas de la gente, siempre logro lo que me propongo, la gente es lo más importante para mí, me gusta convivir con mi familia, mis amigos y mis compañeros de trabajo, me llevo bien con todo mundo, soy muy sociable, cada vez que tengo la oportunidad comparto mis conocimientos con la gente o les ayudo con sus problemas, siempre hablo bien de los demás, me gusta mi trabajo, siempre hago más de lo que se me pide, los problemas son una oportunidad para aprender.

Me imagino como sería yo, si ya tengo claro cuál es mi propósito en la vida, tengo bien definido y por escrito mi plan de metas y objetivos para lograrlo, y además puedo modificar mi autoimagen y conducta cuando quiera, y siempre veo lo positivo en todas las situaciones. ¡Puedo lograr todo lo que me proponga!


“Lo que está frente a nosotros y lo que está detrás de nosotros son sólo pequeñeces comparado con lo que hay dentro de nosotros”. Ralph Waldo Emerson