jueves, 5 de marzo de 2020

Cómo cambiar tu personalidad


Cómo cambiar tu personalidad

¿Qué me hace ser como soy, como y cuando se formó mi personalidad, es posible modificarla? 

Todos podemos cambiar nuestra personalidad.
Todos podemos cambiar algún aspecto de nuestra personalidad, pero, ¿por qué debería cambiarla, cómo puedo saber si necesito un cambio?; si yo me siento de lo más normal.
La necesidad de un cambio es algo difícil de determinar, pues por más que las personas cercanas a nosotros nos digan que no estamos bien, que necesitamos modificar algo, sentimos que están exagerando y que, como todos,  tenemos algunas áreas de oportunidad, pero no estamos tan mal como ellos piensan, aunque también deberíamos aceptar que posiblemente tengan algo de razón, y probablemente si necesitamos un cambio; pero, para ser objetivos, y no basarnos solo en opiniones, podemos evaluar los resultados que hemos obtenido a lo largo de la vida, analizar si estamos inconformes con algún aspecto de nuestra conducta, si normalmente reaccionamos de manera negativa ante situaciones que están fuera de nuestro control, si tenemos conflictos con la mayoría de las personas con quienes tratamos, si constantemente estamos de malas, o deprimidos; si es así, y realmente queremos mejorarlo, lo siguiente es determinar que aspecto de un cambio.

La reconstrucción o modificación de la personalidad es algo muy serio e importante, muy pocas personas poseen una personalidad magnética y atrayente, la mayoría no nos distinguimos de los demás, no sobresalimos, somos normales. Ante las situaciones diarias de la vida, la personalidad nos hace actuar como somos, extrovertidos, introvertidos, neuróticos, preocupados, alegres, tristes, confiados; hay tantas personalidades como seres humanos hay en el mundo, cada uno de nosotros posee una serie de características que combinadas, nos hacen únicos y forman nuestra personalidad. La personalidad reside en la mente, si pudiéramos modificar las experiencias grabadas en ella podríamos modificar a voluntad nuestra conducta y personalidad.

Nuestra personalidad es lo que nos distingue de los demás, lo que la gente aprecia de nosotros, es un conjunto de factores, que combinados con el aspecto físico nos identifican como la persona que somos. 
Todos hemos conocido algunas de esas pocas personas con una personalidad que atrae; llaman la atención con su apariencia, su voz, o su manera de comportarse; alguien puede decir que tienen carisma; que son líderes naturales, que tienen suerte, o dinero, o que es por la posición que ocupan, pero lo cierto es que las experiencias, y las creencias grabadas en su mente les han permitido desarrollar ese tipo de personalidad; hacen las cosas con una pasión que atrae, no tienen miedo en actuar ni en mostrar sus emociones ante los demás, dan su máximo esfuerzo en cualquier situación, siempre utilizan todas sus habilidades y experiencia para desempeñarse de la mejor manera posible; le dan color a la vida.

La base de nuestra personalidad se forma principalmente durante 3 etapas de nuestra vida; durante la concepción, donde recibimos todas las características genéticas de nuestros padres; en la niñez, especialmente los primeros 5 años; donde el condicionamiento que recibimos por nuestra familia, amigos y maestros se va integrando a ella; y durante la adolescencia, en la que los cambios físicos, emocionales y hormonales influyen tanto en nuestro estado de ánimo como en la conformación definitiva de nuestra personalidad; al terminar la adolescencia los cambios son mínimos y van a depender en gran medida del impacto que pudieran tener las nuevas experiencias que enfrentemos en la vida.

Componentes de la personalidad
Físico, el aspecto que la gente que no te conoce aprecia a primera vista de ti; la conformación de tu cuerpo, el tono de tu voz, tu pelo, tus ojos, tu sonrisa, tu postura, tus expresiones corporales, tu salud física, la ropa y accesorios que utilizas.

Mental, el relacionados a la adquisición de cultura y conocimientos, la forma en que razonas y formas juicios lógicos, tu inteligencia, la creatividad que muestras encontrando soluciones a los problemas; tus creencias y tu forma de pensar

Emocional, la forma como controlas y expresas tus emociones, el entusiasmo, el amor, los rencores, las penas, las alegrías; el uso que puedes hacer ellas para motivarte y lograr tus objetivos, aún en situaciones difíciles.

Moral-Espiritual, tus valores y creencias, la claridad sobre tu propósito en la vida y la forma como utilizas tus capacidades para construir un mundo mejor.

Metas-Objetivos, son tus necesidades, tus intereses y deseos, representados en metas y objetivos bien claros que quieres alcanzar, la forma en que estos se vinculan con tu propósito de vida, las situaciones que te impulsan y te motivan en tus actividades diarias.

Social, son las habilidades que utilizas en tus relaciones diarias, el saludo, la forma de estrechar la mano, tu adaptabilidad, la tolerancia a las ideas de los demás, el respeto a sus derechos, los vínculos existentes con las personas con quienes te relacionas, la fuerza de estas relaciones, el interés que pones en ellas.

Si ya tenemos una personalidad desarrollada, ¿Cómo podemos modificarla y mejorarla?
Existen varios métodos para mejorarla; casi todos ellos se enfocan en modificar alguno de los aspectos que la integran, utilizando procesos como el Coaching, la PNL, la sugestión, y la visualización mental. Todos ellos tienen algo en común, trabajan sobre el aspecto mental; y se basan en el hecho de que nuestra mente no distingue entre una situación real de una imaginada en todos sus detalles.

El Coaching es la fase de análisis y evaluación, donde, a través de preguntas, la persona que desea modificar su personalidad, identifica aquellos aspectos que le impiden desarrollar su máximo potencial

En la siguiente fase, que corresponde a la modificación de aquellos aspectos identificados, se utilizan procesos de PNL, sugestión y visualización mental, para la aplicación de estos métodos, buscamos un lugar tranquilo, nos recostamos y relajamos nuestro cuerpo y mente; posteriormente imaginamos, con todo detalle, la conducta que deseamos adquirir; debemos visualizarnos como si ya la tuviéramos; actuando en nuestro ambiente normal y comportándonos de acuerdo al cambio que deseamos; esto empezará a grabar una nueva conducta en las redes neuronales de nuestro cerebro; la modificación en nuestra personalidad se notará después de 3 semanas de repetir este proceso. 

A partir de ese momento, ante cualquier situación que se nos presente, nuestra mente, de manera automática, acudirá a nuestros bancos de memoria donde ya se encuentra la información que hemos visualizado y almacenado previamente; la recupera y la utiliza para provocar una respuesta.






Debemos desarrollar el potencial con el que nacimos; no permitir que nuestras capacidades duerman, perfeccionarlas al máximo y utilizarlas para nuestro beneficio y el de los demás y así, construir un mundo mejor para todos.


¡Despierta... libera tu potencial!



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