La clave para cambiar nuestra personalidad
Autoimagen, en nuestra búsqueda por ser mejores y lograr nuestros objetivos, todos
hemos sentido alguna vez la necesidad de cambiar algo en nuestra forma de
comportarnos, de ser mejores, de tener una personalidad diferente a la que
tenemos hoy, con la que veamos las cosas de manera positiva y que nos ayude a
lograr lo que deseamos.
Nuestra personalidad ha sido construida poco a poco, a
través de lo que hemos experimentado y aprendido desde nuestros primeros años
de vida. Estas experiencias y, sobre todo, la interpretación que hacemos de
ellas, van formando nuestro sistema personal de creencias que, reales o no,
influyen sobre nuestra forma de ser, de ver el mundo, de sentir y de
comportarnos; todas estas creencias están grabadas en nuestra mente y forman
algo que se conoce como autoimagen; esta autoimagen es el concepto mental, y emocional
que tenemos de nosotros mismos; de la clase de personas que somos y de lo que
somos capaces de lograr, la mayoría de estas creencias se han formado sin que
nos demos cuenta, de manera inconsciente, principalmente por el modo en que
otras personas han reaccionado con respecto a nosotros, a lo que hacemos, o lo
que decimos, especialmente en nuestra primera infancia; con todo esto hemos
construido mentalmente este conjunto de creencias sobre nosotros, y sobre lo
que debe de ser el mundo, nuestra autoimagen.
Cuando una nueva creencia, ya sea real o imaginada, sobre
nosotros, o sobre cómo y porqué actúan los demás, entra en nuestra autoimagen,
se convierte en una verdad, y automáticamente empieza actuar sobre la forma en
que nos comportamos y vemos las cosas, como si realmente fuera verdad.
La importancia de esta autoimagen, que se va formando a
través de las experiencias que se han vivido en el pasado, es que determina
nuestra conducta y nuestra personalidad, y nos establece los límites de lo que
somos o no somos capaces de hacer, y aunque potencialmente nuestras capacidades
siguen ahí, en nuestro interior, son estas creencias lo que las mantiene
bloqueadas, si logramos encontrar la manera de cambiar nuestra autoimagen
podemos cambiar nuestra forma de ver el mundo, nuestra personalidad,
capacidades, y nuestra conducta; ¿parece sencillo no?
Es por causa de la autoimagen principalmente, que
existen personas del tipo feliz, que todo lo ven de manera positiva,
personalidades de tipo desgraciado, que a todo le ven lo malo, personalidades
de tipo triunfador, que saben que tarde o temprano conseguirán lo que se
proponen, personalidades del tipo fracaso, quienes piensan que hagan lo que
hagan todo seguirá igual, personalidades que tienden a la salud y otras del tipo
enfermizo. Las creencias que hemos construido como resultado de las
interpretaciones de nuestras experiencias pasadas actúan como fuente de
información a la cual acude nuestra mente a la hora de determinar nuestra forma
de reaccionar y comportarnos ante una situación presente.
Cuando tenemos la intención mejorar algún aspecto de
nuestra personalidad, la autoimagen misma actúa como un escudo en contra de
estos intentos de cambio, al estar formada por nuestro conjunto de creencias,
cuando de manera consciente, tratamos de introducir algún cambio, las nuevas
ideas o experiencias que no son compatibles con ella son rechazadas de
inmediato, no son creídas, y por lo tanto, no tienen ningún efecto sobre
nuestro comportamiento; si las nuevas ideas o experiencias parecen compatibles
con este sistema, son aceptadas inmediatamente e influyen en nuestra
personalidad.
Si normalmente tendemos hacia una personalidad del tipo
negativo, cuando nos sucede algo bueno pensamos que es debido a la suerte, a la
casualidad o a algún factor externo a nosotros; si las situaciones buenas se
siguen repitiendo con frecuencia, entonces empieza a cambiar también nuestra
forma de pensar, y aceptamos la idea de que lo bueno que nos sucede es porque
estamos haciendo las cosas bien y entonces nuestra autoimagen y conducta
empiezan a modificarse. Esta es la clave para poder mejorar nuestra
personalidad; antes de intentar cualquier cambio positivo en nuestras
actitudes, primero debemos modificar nuestra autoimagen.
Nuestra autoimagen es la base de un mecanismo que trabaja
en todo momento, y de manera automática, para conseguir lo que consciente o
inconscientemente le indicamos. La autoimagen forma, junto con nuestro cerebro
y sistema nervioso un sistema que opera como un buscador automático, se
alimenta y funciona mediante los pensamientos, ideas e interpretaciones que
hacemos de lo que nos sucede diariamente; si lo alimentamos con pensamientos de
que somos inferiores e incapaces y de que todo nos sale mal, y si estos
pensamientos coinciden con nuestra sistema de creencias, entonces refuerzan
nuestra autoimagen y de manera automática, a través del subconsciente, este
mecanismo realizará lo que sea necesario hasta llevarnos a la experiencia real
de lo que le hemos solicitado, ser individuos inferiores e incapaces, a los que
todo les sale mal. Si por el contrario, lo alimentamos con pensamientos o
experiencias de éxito, de logro y de bienestar, el proceso funciona de la misma
manera, estos pensamientos se van integrando poco a poco a nuestra autoimagen,
reforzando o transformando nuestras creencias y, sin que nos demos cuenta,
nuestro mecanismo interno realizará lo que sea necesario hasta llevarnos a
experimentar situaciones de bienestar y de logro. La autoimagen y la forma en
que se construye y funciona son la clave para cambiar nuestra personalidad y
lograr nuestros objetivos.
¿Cómo podemos crear las experiencias adecuadas que nos
proporcionen la autoimagen y la personalidad que deseamos?; ¿cómo podemos
eliminar las creencias que hemos adquirido durante años y que nos impiden
alcanzar los objetivos que deseamos?
Algunos tratamos de mejorar y lograr el éxito acudiendo a
seminarios, diplomados, retiros espirituales, o lecturas de autoayuda, en donde
a través del aprendizaje de procesos como el pensamiento positivo, los cambios
de actitud, la planeación de metas, el logro de objetivos, la automotivación, y
otros parecidos; esperamos cambiar nuestra mentalidad y alcanzar nuestros
objetivos de una manera rápida; pero vemos que en la mayoría de los casos, por
más positivos que intentamos ser, por más esfuerzos que hacemos, no da
resultado alguno; la explicación es sencilla, la actitud y el pensamiento
positivo funcionan únicamente cuando estos corresponden con la autoimagen de la
persona; no tienen ningún efecto ni pueden funcionar cuando no están en
relación con esta, cuando el sistema de creencias de la persona es totalmente
opuesto; primero debemos modificar nuestras creencias sobre nosotros mismos,
para que el pensamiento positivo tenga los resultados que buscamos. Resulta
casi imposible pensar positivamente acerca de una situación o persona en
particular mientras mantengamos una idea negativa con respecto a nosotros
mismos; además, estos cursos de autoayuda, duran como máximo una semana, y la
aceptación, e integración, de una nueva creencia en nuestra autoimagen tarda
por lo menos 21 días; necesitaríamos experimentar situaciones positivas durante
3 semanas para que esta nueva creencia se fije en nuestra autoimagen y comience
a dar resultados.
¿Cómo cambiar la autoimagen?, existe un proceso que nos
ayuda a realizar esta modificación sin la necesidad de pasar por la experiencia
real; este proceso utiliza la visualización mental como método para modificar
la autoimagen y con ello modificar también nuestra personalidad. Se ha
demostrado que el sistema nervioso humano no es capaz de distinguir entre una
experiencia real y una imaginada en todos sus detalles, un ejemplo lo tenemos
en el hipnotismo, donde se convence a una persona para comportarse de manera
diferente a como actúa normalmente, inclusive una sugestión de que hace
demasiado frio, o calor, puede hacer que el cuerpo del hipnotizado reaccione
como si esto fuera verdad y empiece a cubrirse o a quitarse la ropa; otro
ejemplo es el biofeedback, en el cual, mediante cambios en nuestros
pensamientos y emociones, y apoyados con algunos instrumentos de medición para
observar y mejorar los resultados, se logra que el cuerpo reaccione de una
forma determinada controlando problemas como la migraña, la ansiedad, el
insomnio, la hipertensión arterial, modificar la temperatura del cuerpo,
incrementar el rendimiento físico, etc. La visualización mental nos permite
crear y controlar una experiencia completa en nuestra mente.
Para cambiar nuestra autoimagen utilizaremos la
visualización mental; vamos a crear, mediante la imaginación, un cuadro, lo más
detallado posible, esto último es muy importante, sobre las actitudes o
habilidades que deseamos adquirir. Para conseguir el máximo nivel de detalle
debemos fijar la atención en los sonidos, colores, olores y textura de los
objetos que hay en el ambiente que se imagina. Si la imaginación es
suficientemente vívida y detallada, será equivalente a una experiencia real
para nuestra mente, debemos visualizarnos desempeñando la nueva personalidad
que tratamos de adquirir, comportándonos de acuerdo al cambio que deseamos,
actuando y sintiendo como si ya fuéramos las personas que deseamos ser; este
cuadro mental debe ser visualizado como si ya existiera realmente; no importa si
nos sentimos incómodos con la nueva autoimagen que deseamos desarrollar, o si
la sentimos poco natural; si mantenemos el cuadro mental de lo que deseamos
durante el mayor tiempo posible, llegaremos a los resultados deseados.
Las visualizaciones que hagamos deben expresarse de
manera positiva, debemos mantener la mente en lo que deseamos y lejos de lo que
no deseamos, por ejemplo, si se trata sobre nuestro estado de ánimo, debemos
visualizar “siempre estoy de buen humor”, en lugar de “nunca estoy de malas”.
Debemos confiar en que el proceso es automático y
funciona y no preocuparnos demasiado de si trabaja o no, ni tratar de hacerlo
funcionar mediante un esfuerzo consciente. El mecanismo funciona en el nivel
subconsciente de la mente
Para mostrar el proceso vamos a utilizar uno de los
aspectos y habilidades definidas en el formulario de metas y objetivos
publicado anteriormente, cada quién puede elegir el que desee y modificarlo utilizando las
habilidades o características que le interese adquirir, si lo desean pueden aumentar,
disminuir o modificar los detalles que quieran.
Antes de explicar el método y recordando un poco lo que
hemos visto las semanas anteriores, imaginemos como sería una persona que tiene
bien claro cuál es su propósito de vida, que ya tiene definido su plan de metas
y objetivos para lograrlo, que ya domina los métodos de lectura rápida y de
memorización, y además puede modificar su autoimagen a voluntad; ¡esta persona
podría lograr todo lo que se propusiera!
Método para modificar la autoimagen
Busquemos un lugar tranquilo donde, podamos permanecer a
solas sin ser molestado durante treinta minutos diarios.
Vamos a crear una imagen mental, lo más detallada
posible, sobre el aspecto que deseamos integrar o reforzar en
nuestra conducta, para lograr mayor detalle, debemos fijar la atención en
los sonidos, olores, colores y textura de los objetos que hay en el ambiente o
situación que imaginamos. Vamos a visualizarnos actuando como si ya tuviéramos
las características que deseamos.
Cerramos los ojos y ejercitamos nuestra imaginación con
el cuadro mental siguiente:
Aspecto social-profesional (hablar en público-trato personal-liderazgo-desarrollo)
Estoy hablando en una reunión, tengo facilidad de palabra, me gusta hablar en público, siempre lo hago muy bien, aprovecho para hablar cada vez que tengo la oportunidad, la gente es lo más importante para mí, me gusta convivir con mi familia, mis amigos y mis compañeros de trabajo, me llevo bien con todo mundo, generalmente estoy de buen humor, soy muy sociable, cada vez que tengo la oportunidad comparto mis conocimientos con la gente o les ayudo con sus problemas, siempre hablo bien de los demás, me gusta mi trabajo, siempre hago más de lo que se me pide, me gusta superarme a mí mismo
Entonces, a practicar, recordemos, visualizar durante 30
minutos diarios con la mayor cantidad de detalles, como si como si ya fuéramos
las personas que deseamos ser durante 3 semanas, al final evaluamos y,
dependiendo de los resultados, seguimos con otro aspecto o reforzamos el actual
intentándolo nuevamente, tengamos un poco de paciencia, estamos tratando de cambiar en 21 días lo que nos ha
llevado años construir. Nuestro mecanismo automático alcanza sus metas mediante
la retroalimentación de lo que funciona y lo que no; si lo seguimos
intentando, tarde o temprano llegaremos a los resultados deseados.
La visualización mental es también la clave para lograr
nuestros objetivos, dentro de 2 semanas, veremos con más detalle este tema.